Cuando hablamos de herencia nos referimos a los bienes, derechos u obligaciones que se transmiten de una persona a otras consideradas como sus herederos legítimos o los que se designan por testamento.
Por lo general, cuando una persona muere deja su patrimonio a sus familiares más cercanos o seres queridos. Lo más habitual es que la persona deje un testamento en el que especifica cuáles son sus bienes y a quién se los lega. Cuando una persona no deja testamento, es la ley la que define quienes son sus herederos. Lo habitual es que sean los viudos, los hijos, padres o parientes más cercanos.
6Los fondos de inversión y planes de pensión en las herencias
Si en la herencia figuran fondos de inversión o planes de pensiones, una vez que se ha pagado el Impuesto de Sucesiones, la entidad financiera será la encargada de dividir y traspasar las participaciones del fondo. El valor del fondo que se hereda es el de la cotización del día de la gestión más la suma del dinero que se abona en las sucesiones. Eso sí, las ganancias que se generará desde que la persona fallecida compró el fondo no pagan impuestos, es lo que se conoce como “plusvalía del muerto”
En definitiva queda claro que recibir una herencia es un proceso complejo. Se simplifica mucho si el fallecido ha dejado hecho testamento. Pero aún así, hay que valorar los gastos que la herencia conlleva para decidir aceptarla o renunciar a ella.