Las horas más bajas están viviendo en el FC Barcelona, pero Joan Laporta no quiere quedarse lamentando todo el tiempo por una temporada que ya está más que perdida y esta solo un escalón por encima del fracaso, gracias a una Copa del Rey que viendo en retrospectiva es una suerte que ganaran. El presidente azulgrana sabe que las irregularidades en el juego y en los resultados; el bajón en el rendimiento general del equipo y en algunos jugadores en específico; y las malas decisiones que ha tomado Ronald Koeman, y que ponen en duda su continuidad; todo eso tiene soluciones muy drásticas, aunque el mandatario culé quiere ocuparse primero de algo concreto: los jugadores con los que cuenta y con los que no en esta plantilla.
A estas horas las decisiones de Laporta, si de verdad las cumple, están cayendo más que bien en el seno del barcelonismo; porque tras tantos años de culpar a los entrenadores, que si tuvieron su cuota de responsabilidad, eso no se niega, al fin están abriendo los ojos y están viendo que el problema puede ser más profundo, pues todo está en una plantilla acomodad y que ya no rinde bien al máximo nivel. Muchos jugadores del núcleo que ha venido fracasando año tras año sigue en el vestuario y el presidente del club azulgrana ya no aguantaría más que varias «vacas sagradas» sigan en la plantilla y el enésimo entrenador salga del banquillo para que llegue otro y las siga alineando para así cometer los mismos errores de siempre. Laporta está decidido a revolucionar las cosas y por eso cuatro futbolistas importantes están muy cerca de marcharse.
2Busquets podría irse del Barcelona
Para Laporta las jerarquías se acabaron y salvo te llames Lionel Messi, o seas un jugador de futuro, como De Jong, Pedri o Ansu Fati, tu nombre puede ser uno de los que integre la lista de salidas. En ese caso, otra de las «vacas sagradas» que deberá analizar su situación con el club es Sergio Busquets. El mediocampista ha ido exhibiendo buenos picos de rendimiento, pero combinados con caídas estrepitosas en sus juego; aunque todo se ve mucho peor, debido a que él sigue siendo la clave del centro del campo y si no funciona todo se va derrumbando a su alrededor, por más ganas que el neerlandés y el canario le pongan.
Con Busquets es más de lo mismo, pues su edad lo hace estar más cerca de buscarle un reemplazo que de seguir en el campo; pero su cierre de campaña, algo más regular, da brotes de que todavía le queda algo que aportar en el campo y en el vestuario. Ante eso estaría en la misma diatriba que Piqué, porque se le propondrá que acepte esa reducción de salario y de no hacerlo a Laporta no le temblará el pulso para buscarle un nuevo destino; siempre con un traspaso a la baja, pues por mucho que le desagrade, al el buscarle espacio ningún club ofrecerá mucho dinero y con sus 32 años su salida se pondrá más difícil.