La crema catalana es un delicioso postre que no es muy difícil de hacer, pero algo puede salir algo mal en su elaboración, no obstante, si sigues esta receta es imposible que vayas a tener problemas con su elaboración y si eres muy atrevida, puedes tratar de hacer un turrón.
La región catalana
Cataluña se trata de una comunidad autónoma española, que se considera una nacionalidad histórica. Está ubicadaal noreste de la península ibérica, ocupa una extensión de unos 32 000 km² que limita al norte con Francia y Andorra, al oriente con el mar Mediterráneo a lo largo de una franja marítima de unos 580 kilómetros, al sur con la Comunidad Valenciana, concretamente Castellón, y al occidente con Aragón, en las ciudades de Teruel, Zaragoza y Huesca.
Su gastronomía
La gastronomía catalana es de gran tradición culinaria. Sus procesos ya son descritos en documentos del siglo XV. Además, ofrece una gran variedad de productos, de la huerta, de la montaña y del mar.
En muchas recetas resulta característica la mezcla de ingredientes como ocurre con productos del mar y de la montaña. La cocina catalana ha aportado una gran cantidad de platos típicos de la región con deliciosos guisos de pescado como los suquets o la zarzuela, la escudella que es una especie de cocido, la calçotada, y la salvitxada.
En cuanto a la repostería, son famosas la crema catalana y los panellets, que se elaboran particularmente en el mes de noviembre, el manjar blanc, y muchos otros.
La crema catalana
La crema catalana o crema quemada es una especie de natilla o crema pastelera con una costra crujiente que se hace de azúcar caramelizado.
¿Qué es lo que se cuenta?
La leyenda indica que fue inventada como otros muchos postres gracias a un error, cuando en un convento las monjas quisieron elaborar un flan para un obispo que las iba de visita y como suele ocurrir en algunos casos, no quedo bien cuajado.
Para que el obispo no tuviera que esperar por su postre, las monjas caramelizaron la superficie del flan y se lo sirvieron, con lo cual nació la crema quemada.
Data desde
La receta de la crema catalana está documentada en la literatura catalana. Ya aparecía en los recetarios medievales catalanes Llibre de Sent Soví (siglo XIV) y Llibre del Coch (siglo XVI), y se lo considera uno de los postres más antiguos de Europa dentro de su categoría, a pesar de ser una evolución de las natillas clásicas, que ya existían desde la República romana varios siglos antes de Cristo.
Este postre está mencionado varias veces en el Cajón de Sastre (siglo XVIII) del barcelonés barón de Maldá, quien lo llamó crema de Sant Josep, y parece que Casanova lo comió en Barcelona.
En el siglo XX aparece en la obra de Josep Pla y del poeta Miquel Martí i Pol, entre otros muchos.
La única variación que ha tenido la receta ha sido, en el siglo XX, es que algunas personas utilizan harina de maíz (maicena) en lugar de almidón, y que en el siglo XX hayan aparecido los polvos para hacer una crema de forma más rápida en casa.
En el siglo XXI, con la aparición de claras y yemas de huevo que se venden por separado en los supermercados, ha provocado que muchas familias vuelvan sacar los polvos de la receta tradicional.
Los sopletes caseros, que antes sólo se usaban en únicamente en grandes restaurantes o en la industria, son cada vez más habituales en nuestros hogares hoy, donde se utilizan para quemar la capa de azúcar superficial y otras versiones tradicionales o improvisadas con ella, como el recubrimiento de los panes de pellizco con crema, la crema con piña natural, las manzanas rellenas de crema, y muchos otros
Tradicional de las fiestas
Se ingiere durante todo el año pero se acostumbra consumirla el día de San José, que se celebra el 19 de marzo. Hasta hace poco, generalmente era un postre para las fiestas. Su origen, como ya hemos dicho, está en la cocina medieval.
Variaciones y usos
En Cataluña hay una versión helada de la receta, es el helado de crema catalana, que se recubre con una confitura de yema de huevo quemada.
La crème brûlée de la cocina francesa podría ser considerada una variante o versión de la crema catalana. La variante francesa se cocina al baño maría, a veces empleando huevos enteros, utiliza nata en lugar de leche y se aromatiza con vainilla. La suele quemar con azúcar morena para compensar el blanco de su versión.
En los territorios de habla catalana, la crema se espesa tradicionalmente con almidón, no incluye nata ni claras de huevo y se aromatiza con canela y ralladura de limón, o eventualmente de naranja, nunca con vainilla.
El sabor de la crema catalana ha inspirado variantes y perfumes de toda clase de productos como: helados, espumas, la variante del turrón catalán que tiene el mismo nombre. La crema se emplea en la elaboración de algunas variedades de los tés Earl Grey.
La crema catalana es usada para rellenar ensaimadas, cocas, tortells, xuixos, palos, crestas y todo tipo de pastelería o bollería. Cuando no se utiliza como relleno sino que queda en la superficie, se suele espolvorear con azúcar blanco y quemar con una pala de hierro o con un soplete.
Ingredientes
Para 6 personas
- Leche entera 1 l
- Yemas de huevo 8
- Azúcar 100 g
- Maicena 20 g
- Corteza de limón al gusto
- Corteza de naranja al gusto
- Azúcar para caramelizar al gusto
- Canela en rama 1
¿Cómo hacer crema catalana?
Comenzaremos abriendo los huevos y separando la yema de las claras. Pero no tires las claras, porque las puedes utilizar en otras preparaciones.
En una olla ponemos la leche a calentar con la corteza de limón, de naranja y la rama de canela. Por otra parte en un bol mezclamos removiendo bien, el azúcar y la maicena, añadimos las yemas batidas y unimos todo con unas varillas.
Cuando la leche rompa a hervir viertes la mezcla de yemas, azúcar y maicena que la pasaremos por colador grueso. Remueves a fuego medio y sin parar de remover con una varilla para que no se nos pegue hasta que la mezcla vuelva a hervir de nuevo. Luego las colocas en unas cazuelitas individuales.
Déjala enfriar sin tapar y espolvoréala con el resto del azúcar que habrás repartido entre tus cremas. Hay que requemar con un soplete de cocina hasta que el azúcar se caramelice. Servir fría.
¿Con qué puedes acompañar la crema catalana?
La crema catalana ya es deliciosa por si sola con su costra de azúcar, pero si eres más goloso, lo que aconsejamos es acompañarla con nata, bizcochos o unos crujientes barquillos.