Calvo: Lo «alternativo» a la igualdad es «regresión al individualismo competitivo»

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, ha advertido de que lo «alternativo» a la igualdad es la «regresión al individualismo competitivo» y a «la división del grupo» que representa una comunidad que, cuando vienen mal dadas», como la pandemia de la Covid-19 «se salva todos juntos».

Calvo ha participado este jueves, vía telemática, en la clausura de la jornada ‘Cumplimos con la Igualdad’, con la que el PSE-EE ha iniciado la programación con la que celebrará los 135 años de la fundación del Partido Socialista en Euskadi. En el encuentro también tomado parte la secretaria general del PSE-EE, vicelehendakari y consejera de Empleo y Trabajo, Idoia Mendia.

En su intervención, Calvo ha afirmado que, para los socialistas, la política es «cumplir y eso significa trabajar». «Para nosotros, la política no puede estar en el campo puramente de lo estéril, tampoco de la confrontación por la confrontación que ahora se le llama polarización o radicalidad, a veces simplemente, ausencia de ideas, ausencia de trabajo, con una pizca de maldad para ni siquiera respetar a tu adversario, ha advertido.

En su opinión, en el escenario de la política «es donde más se tienen que demostrar los valores» y exigir «la convivencia de todos». «Porque si nosotros no somos capaces de sostenerlos y de desgranarlos con nuestra actividad a cada momento y a cada día, es muy difícil que la ciudadanía se sienta tranquila y segura de sus instituciones y de que solo hay un camino que transitar, que es el de mejorar y defender la democracia, y hacerla avanzar para las siguientes generaciones», ha dicho.

Calvo ha apuntado que los socialistas están vinculados a «una realidad y a un momento histórico que sigue siendo plenamente vigente, estamos vinculados al trabajo y a la clase trabajadora» y ha destacado que las políticas sociales son «las que nos hacen más iguales a todos a cada paso que se avanza en plenitud de democracia y el sostenimiento con políticas de solidaridad».

La vicepresidenta primera del Gobierno ha advertido que «hay quienes piensan que hay otros valores alternativos, pero no han nada alternativo a la igualdad, lo alternativo a la igualdad es la regresión al individualismo competitivo y a la división del grupo que representa una comunidad». «Que, cuando vienen mal dadas como con la pandemia, nos hemos salvado juntos, con el esfuerzo del Estado y de las instituciones, con los recursos públicos a los que todos contribuimos, con las decisiones políticas, con la política para proteger», ha dicho.

Calvo ha afirmado que la pandemia, «con todo su dolor y toda su tragedia», también ha puesto de manifiesto que «algunos debates eran inútiles, absolutamente espúreos para quienes los querían poner en lo alto de la mesa», y que ha denominado «trumpismo, negacionismo, radicalización de la ultraderecha».

«Una derecha -ha censurado- que se quitaba la careta para quedarse desnuda frente a lo que ya conocíamos de toda la vida, y ahí estábamos nosotros, que creemos en la sociedad, en la comunidad, en el grupo y que, siendo todos iguales, tenemos que construir con hilos muy sutiles de solidaridad y de esfuerzo lo que tenemos que seguir denominando sociedades cohesionadas a través de las políticas que nos pertenecen a todos. Y un Estado y unas instituciones sostenidas con una democracia que tiene que estar cada día más viva».

Calvo ha señalado la necesidad de que la gente joven «entienda que no se puede ser libre si el que está a tu lado no lo es» porque, entonces, ha advertido, «no es libertad, es privilegio», así como que «no se puede defender un valor sin el otro, porque son las dos caras e una misma moneda» y que «la libertad y la igualdad se construyen a golpe de fraternidad.

También debe entender, ha señalado, que «es imbatible todavía el trípode sobre el que se asentó la revolución de la que nacen todas las revoluciones modernas» y que «no hay alternativa a eso, sino evolución, formas diferentes y traslación de valores para ir adecuándolo a cada realidad que se nos va presentando».

Por otro lado, ha indicado que la pandemia de la Covid-19 «ha traído grandes lecciones de solidaridad y de esfuerzo común». «Esa es la sociedad que está ahí vibrando, que sigue siendo plenamente democrática sin que tal vez nadie les haya explicado ninguna gran teoría política de cómo funciona», ha remarcado.

Calvo ha dicho que cuando hablan de la igualdad entre hombres y mujeres están diciendo «algo muy profundo y radical», que «la mejor manera de tener viable, fortalecida y avanzando a la democracia es todas las igualdades que entran por la compuerta de la igualdad entre hombres y mujeres».

«Restaurar la discriminación y reequilibrar la posición de las mujeres en las sociedades democráticas es la gran tarea de la democracia», ha defendido, para asegurar que «todas las demás desigualdades caerán» cuando la que hay entre hombres y mujeres «siga avanzando todavía más».

Tras recordar a las cuatro mujeres y un menor asesinados en los últimos días «por violencia de género, por violencia machista», Calvo ha dicho que esto «sigue poniendo el dedo en la llaga de qué representan, y qué papel ocupan y qué lugar no ocupan todavía las mujeres para ser nada más y nada menos que objetos de verdaderos asesinatos por el hecho de ser mujeres». «Esta es la agenda y la tarea que tenemos por delante», ha apuntado.

Calvo ha defendido que «la igualdad hace libres» y que «solo se puede ser libres a partir de tener las mismas posibilidades que tiene otro». «Y solo se construye eso cuando hay una generación y otra haciendo esfuerzos para los siguientes, y paga más el que más tiene, porque esa es una fórmula para contribuir a esa idea», ha manifestado.

«No se va a poder hacer nada sin nosotras, ni contra nosotras. El mundo ha evolucionado de tal manera gracias a los logros del avance de la igualdad entre hombres y mujeres que ya estamos en el sitio. No hemos llegado para estar, hemos llegado para influir, para cambiar cosas», ha concluido.