El 19,9% del parque actual de turismos y todoterrenos en la Comunidad de Madrid no dispone del distintivo medioambiental que emite la Dirección General de Tráfico (DGT), según los datos recogidos por la patronal de los concesionarios Faconauto.
Esta cifra engloba principalmente a los vehículos más antiguos y menos eficientes (modelos de gasolina anteriores a enero de 2000 y diésel anteriores a 2006). Además, el 29,7% del parque tiene la etiqueta B, correspondiente también a vehículos más viejos, ya que esta pegatina corresponde a los turismos de gasolina matriculados a partir de enero de 2000 y de enero de 2006 para los diésel.
Mientras que la etiqueta C agrupa al 38,7% del total, y es donde se encuentran los turismos de gasolina matriculados a partir de enero de 2006 y diésel a partir de 2014. El menor porcentaje de penetración corresponde las últimas tecnologías más eficientes.
Así, los vehículos con etiqueta CERO (eléctricos e híbridos enchufables) representan el 0,6% del parque y los de etiqueta ECO (híbridos) alcanzan al 3,9% del total.
Faconauto entiende que explicita el «grave problema» que sufre la automoción en España por la antigüedad de su parque, que el año pasado alcanzó los 13,2 años de media, y ha llamado la atención sobre su impacto medioambiental. Así, los turismos sin etiqueta son responsables del 70% de las emisiones contaminantes NOx y partículas en los núcleos más poblados.
Al respecto, la patronal de los concesionarios ha recordado que el sistema de etiquetado de los vehículos, vigente desde hace cuatro años, está facilitando un mayor conocimiento del potencial contaminante, «discriminando lo más respetuosos con el medioambiente, y contribuyendo a una compra más informada por parte de los conductores, que lo tienen muy en cuenta a la hora de adquirir su coche nuevo o usado».
«De igual modo, es una herramienta muy útil para las Administraciones Públicas a la hora de definir sus políticas medioambientales», ha añadido.
Según Faconauto, el «ejemplo más claro» se producirá cuando, según establece la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética, las ciudades de más de 50.000 habitantes tengan que incorporar Zonas de Bajas Emisiones a sus territorios.
Así, apuesta por avanzar hacia una movilidad más sostenible a través de la renovación del parque, es decir por «achatarrar los vehículos sin etiqueta para sustituirlos por otros que sí dispongan de etiqueta, particularmente si ésta es CERO, ECO o C».
«Las etiquetas medioambientales de la DGT se han convertido en un elemento cotidiano y muy tenido en cuenta por parte de los conductores a la hora de adquirir su vehículo y planificar su movilidad en las ciudades. De igual modo, el sector y las Administraciones hemos hecho un esfuerzo para incorporar este sistema, que está demostrando poco a poco su utilidad, tal y como está concebido, y que puede jugar un papel muy importante para acelerar la renovación del parque y avanzar hacia la descarbonización de la movilidad», ha comentado el responsable de asuntos públicos de Faconauto, Juan Luis Fernández.
En este sentido, Fernández ha enfatizado en «que es necesario consolidar este etiquetado, que las ciudades están usando para planificar sus Zonas de Bajas Emisiones, antes de abordar cualquier cambio profundo en el corto plazo».