Pablo Iglesias, Albert Rivera, José María Aznar… Todos tienen algo en común: todos han pasado por la política al más alto nivel y ahora viven de escándalo gracias a ella. Es una de las múltiples ventajas que obtienen los políticos de nuestro país cuando deciden retirarse.
Dicen, quienes han trabajado de esto, que la política es una de las profesiones más duras y agobiantes que existen. Hay otra, sin embargo, que la querría cualquiera: la de expolítico. Cero presiones y solo poner el cazo, especialmente si has sido presidente del Gobierno.
7OFICINA CON DOS PERSONAS, CHOFER, ESCOLTA Y FREE CARD
Aquí no se acaban los privilegios para los expresidentes. Cada uno de ellos cuenta gratuitamente con dos personas a su servicio, chófer, escolta y free card. Este personal, que se incluirá en la relación de puestos de trabajo correspondientes a la Presidencia del Gobierno, tendrá la consideración de ‘personal eventual de gabinete‘ y, si fuesen funcionarios, pasarán a la situación de servicios especiales.
Igualmente, se pone a disposición de cada uno un automóvil de representación con conductores de la Administración del Estado, los servicios de seguridad que el Ministerio del Interior estimen necesarios, y se les otorga «libre pase» en las compañías de transportes terrestres, marítimos y aéreos regulares del Estado.
Además, se les facilita una dotación para gastos de oficina, atenciones de carácter social y, en su caso, alquileres de inmuebles, en la cuantía que se consigne en los Presupuestos Generales del Estado. Esa cuantía se reparte a partes iguales y desde 2012 supone 74.580 euros para cada uno.