La recuperación y reciclaje del envase multimaterial y monodosis representa un reto difícil de resolver todavía a día de hoy. Hace una década, Nestlé asumió este desafío con la puesta en marcha de un sistema de recogida selectiva de cápsulas de bebidas monodosis y, hasta el momento, 25 millones de españoles se han beneficiado de esta iniciativa. En un paso más hacia su objetivo, la marca busca alianzas con sus competidores para transformar su iniciativa empresarial de aprovechamiento de cápsulas en un sistema global capaz de ofrecer una respuesta sectorial.
La cruzada de Nestlé contra todo tipos de residuos derivados de la producción y consumo de café avanza imparable. El rescate de los posos de café para devolverlos al ciclo productivo en forma de biocombustible para generar energía ha sido una de las apuestas más recientes. La experiencia con los restos de café se implementó, el año pasado, en su fábrica de Girona, dedicada a la elaboración de café soluble y bebidas en cápsulas monodosis
Pero la batalla más dura de esta guerra contra los residuos del café se libra en el campo de las cápsulas monodosis. Nestlé busca extender su práctica de recogida y reciclaje de estos envases y abrirla a nuevos fabricantes de café, con el propósito de mejorar la accesibilidad del sistema y de fomentar así un uso más generalizado de este servicio.
La compañía, junto con sus marcas Nescafé Dolce Gusto y Nespresso, ha ofrecido a otros de sus competidores participar en el sistema de recogida selectiva de cápsulas de café que puso en marcha hace diez años de forma pionera. Esta iniciativa facilita el camino para crear un sistema de reciclaje global para estos envases en España.
Ahora, con la apertura de su sistema a otras empresas del sector, Nestlé tiene la voluntad de mejorar la accesibilidad y comodidad del reciclaje de cápsulas fabricadas tanto con plástico como con aluminio. Por su parte, las empresas que se unan participarán del modelo de gestión del programa y contribuirán a hacer un uso más generalizado de este servicio.
En la actualidad, el sistema de Nestlé es el más avanzado de nuestro país. La marca recoge y recicla tanto las cápsulas propias como las de otras marcas que los consumidores depositan en los más de 2.000 puntos de recogida que, en colaboración con ayuntamientos y organismos municipales, dan servicio a cerca de 25 millones de españoles en 38 provincias.
En estos se incluyen además de puntos limpios, las Boutiques de Nespresso y los puntos de venta de máquinas comprometidos con el medio ambiente. Thomas Reuter, director general de Nespresso en España, afirma que: “el aluminio es un material valioso que puede reciclarse infinitamente”.
“Hemos desarrollado un plan global para reciclar nuestras cápsulas y, al invitar a otras empresas a unirse a nuestro programa, esperamos ofrecer una solución para todo el sector”, afirma Reuter. “Esta decisión se alinea con nuestras iniciativas globales para dar forma a un futuro sin residuos e impulsar el cambio de comportamiento hacia una economía circular dando una segunda vida a nuestras cápsulas”, añade.
Por su parte, Silvia Escudé, directora de Cafés de Nestlé España ha destacado que “la apertura del sistema de reciclaje a otras empresas del sector es un paso importante alineado con nuestros principios de reducción, reutilización y reciclaje y se suma a las iniciativas de ecodiseño que Nescafé Dolce Gusto está llevando a cabo como la reducción de un 20% del plástico del cuerpo de la cápsula, el cambio de color de negro a marrón para mejorar su reciclabilidad y la progresiva incorporación de material reciclado“.
LAS INFINITAS VIDAS DEL ALUMINIO
El aluminio de las cápsulas de Nespresso recicladas tiene usos múltiples y variados; desde motores de automóviles hasta bolígrafos, bicicletas, ordenadores o latas. Por otro lado, los posos de café se utilizan para producir biogás y fertilizantes naturales.
El plástico de las cápsulas Nescafé Dolce Gusto se separa del poso del café a través de un proceso de trituración. Así, el poso se convierte en abono rico en nutrientes que contribuye a reducir el uso de abono de origen químico.
Por su parte, el plástico resultante se trata y se integra en un proceso de obtención de granza con la que posteriormente se fabrican otros objetos como, por ejemplo, mobiliario urbano como bancos y papeleras. Algunos de estos elementos ya están instalados en ciudades como Barcelona, Valencia o Santander.
RECICLAJE ESPECÍFICO PARA CÁPSULAS DE CAFÉ
En la mayoría de los países, las infraestructuras de reciclaje existentes no cuentan con la tecnología adecuada para procesar objetos pequeños y ligeros como las cápsulas de café. Precisamente para dar respuesta a esta realidad, Nestlé creó su sistema de recogida selectiva de cápsulas a nivel global.
En España, Nestlé lo implementó en 2011 y un año antes, Nespresso ya inició la recogida de cápsulas en sus boutiques. Una iniciativa que ha favorecido la economía circular, en línea con los Compromisos con la Tierra adquiridos por la compañía en materia medioambiental.