El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este martes el Fondo de Transición Justa de la UE, la nueva herramienta del bloque que con un presupuesto de 17.500 millones de euros impulsará hasta 2027 la transición ecológica, especialmente aquellas regiones más dependientes de los combustibles fósiles.
La dotación de este instrumento está compuesta por una partida de 7.500 millones de euros procedentes del presupuesto comunitario para los próximos siete años y de 10.000 millones a cargo del fondo europeo de recuperación. A España le corresponden casi 800 millones de euros entre las dos fuentes de financiación.
La Eurocámara ha respaldado el fondo por una amplia mayoría (615 votos a favor, 35 en contra y 46 abstenciones) y entrará en vigor una vez que el reglamento haya sido adoptado formalmente por los Estados miembros.
El Fondo de Transición Justa es el primer pilar del Mecanismo de Transición Justa, un instrumento esencial dentro del Pacto Verde con el que la UE quiere emprender la transición ecológica en su camino hacia una economía libre de emisiones de gases de efecto invernadero.
En un comunicado, el Parlamento Europeo ha explicado que este fondo financiará programas de asistencia de búsqueda de empleo, así como el reciclaje de trabajadores de sectores que tengan que iniciar la reconversión ecológica.
Los países de la UE también podrán recurrir a sus recursos para apoyar a pequeñas empresas, incubadoras de negocios, universidades y organismos públicos de investigación. De la misma forma, podrán financiar inversiones en nuevas tecnologías energéticas y proyectos para mejorar la eficiencia energética o para transitar hacia una movilidad sostenible.
Los Estados miembros tendrán la competencia para determinar cuáles son sus regiones más afectadas por la transición energética y concentrar en ellos las ayudas de este fondo, aunque deberán prestar «atención especial» a islas, zonas insulares y regiones ultraperiféricas.
En cualquier caso, no se podrán utilizar los recursos del Fondo de Transición Justa para subvencionar la incineración de residuos, el desmantelamiento o construcción de centrales nucleares o actividades relacionadas con productos del tabaco o los combustibles fósiles, explica la Eurocámara.
La normativa, no obstante, condiciona el desembolso de parte de las ayudas a la adopción de compromisos por parte de los socios del bloque para lograr la neutralidad climática en 2050. De lo contrario, los Estados miembros sólo tendrán derecho al 50% de su asignación.
Además, los países podrán transferir de forma voluntaria recursos de otros fondos de Cohesión para financiar las medidas relacionadas con la transición ecológica. La UE financiará un 85% del gasto de proyectos de regiones menos desarrolladas, el 70% en regiones en transición y la mitad en las regiones más desarrolladas de la UE.