Procrastinar deriva del verbo en latín «procrastinare» y significa postergar para después. Aunque ese es el significado básico, se dice que esto va más allá de dejar para luego alguna actividad.
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Procrastinar también se deriva de la palabra del griego antiguo akrasia, que significa hacer algo en contra del juicio. Pero básicamente se refiere a dejar para después alguna actividad, porque hemos decidido invertir ese tiempo en otro asunto o simplemente no hacerlo.
Este asunto va más allá con tomar la decisión de dejar para después un asunto pendiente, es simplemente postergar un evento o un hecho. Sin importar que hayas comenzado a limpiar tu habitación, por ejemplo, decidiste procrastinar el asunto y dejar para después.
Ya sea porque vas a dedicar tu tiempo a otro asunto o porque simplemente no deseas continuar, procrastinar muchas veces se vuelve un vicio sin darnos cuenta.
Procrastinar entre lo malo y lo bueno
Tal como hemos mencionado, procrastinar significa posponer o aplazar tareas, deberes y responsabilidades. Ya sea que la reemplaces por otras actividades que puedan resultar más gratificantes pero que son irrelevantes. O simplemente decides dejar de hacer lo que hacías porque simplemente no quisiste seguir.
Básicamente esto hace referencia a la forma de evadir las tareas, utilizando de base otras actividades o asuntos para no terminar una primera responsabilidad. Es decir utilizamos otra actividad como excusa para no terminar lo que ya hemos empezado. Por tanto se deja a un lado la responsabilidad , la acción y la decisión de culminar un asunto.
Aunque muchas veces procrastinar se hace necesario, dependiendo de la situación de cada quien, puede ser bueno o malo. Si necesitas hacerlo porque deseas un tiempo a solas, no quieres responsabilidades y deseas tomar un descanso, puede relativamente ser válido.
Pero si procrastinas de alguna manera solo por capricho y hacer otras actividades que restan productividad, relativamente seria malo. Por ejemplo, decides invertir tiempo en otras actividades innecesarias al momento como ver Tv o ver las redes sociales.
¿Perder o no el tiempo?
También entra en la lista el jugar videojuegos , ir de compras, salir en horarios que no son adecuados o incluso comer de forma compulsiva. Por esta razón procrastinar se convierte en un mal ni tan malo pero al mismo tiempo ni tan bueno.
Esto se asocia con un trastorno del comportamiento en el que las personas relacionan en la mente aquello que debe hacer con dolor. Es decir asocia una actividad con dolor, incomodidad, estrés. Por ejemplo, el organizar la habitación sería igual a un estrés porque implica mover todo, limpiar, quitar el polvo, botar lo que no sirva.
Al procrastinar, lo que hacemos es posponer las cosas para un futuro indefinido e idealizado. Ese futuro lo creamos basados en que tendremos el tiempo suficiente para realizar aquel asunto pendiente de la manera que queremos.
¿Qué debo hacer para dejar de procrastinar?
Dejar de procrastinar parte del orden que tengamos como seres humanos y la decisión que tengamos sobre dejar de hacerlo para enfocarnos. Así que a continuación te muestro algunos datos que seguro pueden ayudar en el entrenamiento para dejar de posponer cosas.
- Un regla de dos minutos. La conocida regla de los dos minutos tiene su origen en GTD y dice que si estás planificando una acción que se puede hacer en menos de dos minutos, no la planifiques; hazla. Puedes extender ese tiempo a 5 ó 10 minutos. Si haces de esta regla un hábito, habrá una multitud de tareas que no vas a tener la oportunidad de posponer.
- El primer paso. Si temes a una tarea plantéate trabajar solo 5 minutos y dejarlo. Cuando empiezas a trabajar ya no hay marcha atrás y comienzas a tomar impulso para seguir y terminar el trabajo. Al dar el primer paso vencer la resistencia y comienzas a realizar lo que pensaste que sería imposible.
- Rutinas. Toda tarea que sea diaria termina siendo una rutina. Es crear el hábito de que debes hacerlo y al generar la costumbre , automáticamente harás cualquier actividad sin replicar.
Aprender a decir no
- Decidido. Probablemente te encuentras aplazando una tarea inconscientemente, solo por el hecho que no puedes o porque no te paras a pensar en ella. Dedica un par de minutos para aclarar qué significa realmente esa tarea y toma una decisión al respecto. Puede que decidas demorarla de una manera racional, en cuyo caso no estás procrastinando y no te sentirás mal por ello.
- Seguimiento de tiempo. Puedes anotar en algún lugar las tareas que realizar cada día y cuánto tiempo inviertes en ello. Al hacer esto, creas el compromiso de evaluar y desechar lo que te quita tiempo y no es necesario. De esta manera podrás ser un poco más responsable.
- Aprende a decir no. Apuesto a que muchas de las tareas que pospones son compromisos que te has buscado por no saber decir que no. Aprende a decir que no cuando sepas que la actividad no te favorecerá y te resta tiempo de otro asunto.
