La mascarilla desde hace más de un año dejó de ser un artículo para el personal médico y pasó a convertirse en una necesidad global. A todos les resultó una tarea desafiante acostumbrarse a llevar el rostro cubierto. Pero, para contener la Covid, es fundamental el famoso cubrebocas. Pese a la barrera de protección que implica cuidarse de no acabar contagiado, el llevar colocado por largo tiempo la mascarilla ha significado la proliferación del temible maskné, como uno de los grandes escollos de salud asociados a este producto sanitario.
Asimismo, otras sintomatologías como envejecimiento, aspectos en el rostro que hacen que la persona se vea cansada, y hasta el deterioro de la piel como nunca antes. Los dermatólogos han explicado que este infortunio se ha acelerado durante este panorama pandemia. No obstante, existen trucos y prácticas que podrías implementar para que no te veas afectado por este problema tan común en la sociedad, y quizás tú no te habías dado cuenta.
3Evita que tu mascarilla te presione la cara
Es un error considerar que la mascarilla será más eficiente si ejerce presión en el rostro. La verdad es que, para que tu mascarilla sea colocada correctamente tan solo debe cubrir boca, nariz y barbilla sin que haya espacio para la entrada o salida de fluidos de persona.
Es decir, en ningún momento las instituciones de salud han afirmado que el ser humano tiene que poseer una mascarilla que quede prensada en la cara, muchos suelen hacerlo. Esto tiende a afecta la piel, dicha acción hace que se envejezca más rápido.
Y es que, esta presión hace que la sangre no circule correctamente en la zona y la retención de líquidos se suma a este problema. El paso a seguir es que tu mascarilla esté bien sujeta, pero que no te lastime la cara, allí viene la afectación al aspecto del rostro.