La mascarilla desde hace más de un año dejó de ser un artículo para el personal médico y pasó a convertirse en una necesidad global. A todos les resultó una tarea desafiante acostumbrarse a llevar el rostro cubierto. Pero, para contener la Covid, es fundamental el famoso cubrebocas. Pese a la barrera de protección que implica cuidarse de no acabar contagiado, el llevar colocado por largo tiempo la mascarilla ha significado la proliferación del temible maskné, como uno de los grandes escollos de salud asociados a este producto sanitario.
Asimismo, otras sintomatologías como envejecimiento, aspectos en el rostro que hacen que la persona se vea cansada, y hasta el deterioro de la piel como nunca antes. Los dermatólogos han explicado que este infortunio se ha acelerado durante este panorama pandemia. No obstante, existen trucos y prácticas que podrías implementar para que no te veas afectado por este problema tan común en la sociedad, y quizás tú no te habías dado cuenta.
1Trata de mantenerte relajado
Sabemos que esta situación de alarma ha puesto a muchas personas a vivir sumergidas en el estrés. Sobre todo, porque la oficina ya no es el lugar físico de la empresa donde trabajas, sino es tu propia casa, un espacio amoblado y quizás con poca comodidad. Además de ello, lidiar con las ocupaciones diarias como ama o amo de casa, se convierte en una tarea desafiante.
En este sentido, la llegada del estrés es lo que prima. Por lo que, si a eso le añadimos que sales a la calle, por ejemplo, para hacer compras, evidentemente te vas con tu mascarilla. Sin embargo, el que estés pasando por este trastorno te pasa factura.
Aparecen más arrugas y no tendrás un envejecimiento natural sino más inducido por los mismos factores externos que te llevan a sufrir con tu estética. Es mejor respirar profundo, tratar de mantener la calma, hacer yoga, o simplemente descansar para alinear los pensamientos, porque el estrés es el enemigo número uno de tu rostro.