Los clientes que más cambiaron de compañía en 2020 fueron los del sector de las telecomunicaciones, con un 14,2% de los de banda ancha fija (ADSL, cable, fibra), seguidos de los de telefonía fija y móvil, con un 12,8 y un 12,4%, respectivamente, según los datos de la última oleada del Panel de Hogares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), correspondientes al cuarto trimestre del 2020.
Mientras, en el sector energético, un 9,4% de los usuarios cambiaron de proveedor de luz en 2020, dos puntos porcentuales más que hace un año.
El estudio también refleja cómo fue el proceso de cambio de compañía y los usuarios señalaron que cambiarse de compañía eléctrica y de gas fue más fácil que en el año anterior. En concreto, el 94% de los usuarios encontraron fácil, bastante fácil o muy fácil cambiar de suministrador eléctrico.
En cuanto al cambio de compañía de gas, el porcentaje de usuarios que describió el proceso como fácil, bastante fácil o muy fácil fue de casi el 90%.
En cuanto a los cambios de operador en el sector de las telecomunicaciones fijas, el proceso se define como difícil o muy difícil para casi un 19% de los usuarios que cambiaron de compañía de telefonía fija y para un 16,7% de los que hicieron lo propio con la banda ancha fija.
De todos modos, estos porcentajes han mejorado respecto al año anterior, cayendo en torno a cuatro puntos porcentuales, destacó el organismo presidido por Cani Fernández.
ABARATAR LA FACTURA, PRINCIPAL MOTIVO.
En lo que respecta al motivo para el cambio, abaratar la factura volvió a ser la principal por la que ocho de cada 10 clientes optaron por un nuevo suministrador de electricidad y gas natural, mientras que dos de cada 10 clientes de gas natural cambiaron de proveedor para beneficiarse de una oferta conjunta de luz y gas.
En el caso de las telecomunicaciones fijas, pagar menos a final de mes también fue la razón principal de cambio para casi siete de cada 10 clientes que cambiaron de compañía.
Además, expresaron otros motivos para cambiar de proveedor, como beneficiarse de una oferta empaquetada, experimentar insatisfacción con la calidad del servicio del proveedor antiguo o aumentar la velocidad (en el caso de Internet).
Entre los usuarios de electricidad y gas natural que se mantuvieron fieles a sus compañías en el último año, casi el 40% consideraron que las ofertas de otros suministradores no les iban a suponer un ahorro en la factura. Esa fue la razón más esgrimida para no cambiarse de proveedor de estos servicios.
En el caso de las telecomunicaciones fijas, este porcentaje rondó el 25%. Mientras, un 13% de los clientes que no se cambiaron de proveedor creen que el cambio es difícil y puede ser problemático.
Finalmente, el porcentaje de hogares que declaró tener conocimiento de la existencia de cláusulas de permanencia en los contratos de electricidad, gas natural y servicios de telecomunicaciones fijas se mantuvo estable con respecto a 2019 (con casi un 9% para electricidad y gas, y 31% para telefonía fija e Internet).