El Museo Reina Sofía ha presentado la «remodelación total» de su colección permanente que irá conociéndose «por episodios» y que concluirá en el próximo mes de noviembre con un conjunto formado por alrededor de 2.000 obras –un 70% de las cuales no han sido mostradas antes– ocupando seis espacios diferentes de la pinacoteca.
«Un museo no es un repositorio ni un almacén, sino un sitio que tiene que dar herramientas a la gente para que entiendan dónde están. Como institución, es casi una obligación moral», ha explicado el director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, quien ha insistido en la necesidad de debatir sobre el arte contemporáneo actual.
«Esa es una pregunta que sobrevuela todo el rato: ¿qué es arte y qué no?», ha cuestionado, recordando que en esta reordenación de la colección incluirá el diseño y la arquitectura y que entre los temas centrales se incluirá al ecologismo o el colonialismo. «Se busca ‘decolorizar’ la mirada, no observar las obras desde un punto de vista tradicional», ha añadido.
La mirada que aportará esta colección tendrá una identidad nacional, pero en relación con otros países. «El museo habla desde un lugar determinado, que es la historia de un país, pero no tiene límites nacionales. En este episodio se ve cómo llega la propaganda americana a España, el abrazo de Eisenhower con Franco o cómo eran vistos los artistas españoles en Estados Unidos», ha apuntado el director.
El primer ‘episodio’ de este relato de la colección será el que va del «sujeto individual americano» de los años 50 al «sujeto alienado» de Luis Gordillo. Próximamente, el Reina Sofía abordará el episodio ‘Latinoamérica’ y el siguiente será ‘exilio y autarquía’.
COLA-CAO Y CAPITÁN TRUENO
En el caso de estas primeras salas, se incluyen autores como Max Aub –que si aquí es «secundario, en el capítulo del exilio será central»– o la famosa ‘araña’ de Louise Bourgeois, además de apartados específicos como ‘La crisis de la masculinidad’ o ‘1960. Nueva York expone a España’.
Pero uno de los autores destacados por el propio Borja-Villel ha sido Rogelio López Cuenca con ‘Y coloniales…(2021)’, que contrapone de forma crítica ese ideal con la realidad de un colonialismo aún existente por entonces en la Guinea Española.
Para ello, utiliza con ironía diverso material de la época, que va desde un bote antiguo de cola-cao o una fotografía del orangután Copito de Nieve hasta historietas clásicas de ‘El Guerrero del Antifaz’, ‘El Capitán Trueno’, o noticiarios del NODO así como otro tipo de documentación de aquellos momentos (catálogos de exposiciones, fotos y libros).
12.000 METROS CUADRADOS
Después de la reordenación del 2010, esta «relectura integral» de ahora afecta a la Colección al completo, incluyendo el arte más reciente desde los ochenta hasta hoy. El resultado es fruto de años de investigación y de la incorporación de cientos de obras a través de donaciones, depósitos y compras.
La remodelación completa supone un conjunto formado por alrededor de 2.000 obras, agrupadas en seis espacios diferentes (cuarta y segunda planta del edificio Sabatini, las salas A1 y A0, esta última aún en reconstrucción y Nouvel 1 y Nouvel 0) que suman en total más de 12.000 metros cuadrados, que van a ser los que acojan esta nueva narración.
Borja-Villel ha adelantado que el resultado final también será el de «retroalimentación con todo lo que ha ocurrido en el museo en los últimos años», con piezas de artistas como Richard Hamilton o Dorothea Tanning. Ahora el Museo enseña un núcleo de la Colección, ubicado en la cuarta planta del edificio Sabatini bajo el título ‘Nos ven: de la modernidad al desarrollismo’.
UNA PROGRAMACIÓN ‘ALEJADA’ «DEL TURISMO»
El director de la pinacoteca ya explicó el pasado mes de marzo en una entrevista que esta reorganización supondrá también un cambio futuro en las exposiciones del museo, en especial respecto a las grandes muestras.
«Nosotros somos muy grandes y tenemos todavía capacidad de crecimiento, pero lo que no va a haber es una programación dirigida al turismo, se van a cambiar los usos. Se ha terminado la gente que está en los sitios y no sabe ni dónde ha estado. Ahora habrá algo de ritmo más lento y la investigación va a tener protagonismo», apuntó entonces.