Presumiendo de la amistad que les une desde hace años y desterrando la creencia popular de que los videntes no se llevan bien entre ellos, Rappel y el Maestro Joao han acudido juntos – que no revueltos – a la Cubierta de Leganés para ver la corrida de Enrique Ponce y, de paso, hacer un pequeño repaso a la actualidad y dar su opinión acerca del desgarrador testimonio de Rocío Carrasco en su docuserie.
Rappel, muy discreto, confiesa que su deseo es que Rociíto y su hija Rocío Flores «lleguen a entenderse. Sería lo más bonito» y, con sus dotes adivinatorias y tirando de «lógica», uno de los ‘adivinos’ más populares de nuesro país cree que acabarán por reconciliarse: «Por lógica creo que sí, sobre todo por cariño, afecto y respeto a la abuela, que desde donde esté estará sufriendo muchísimo».
Una opinión parecida a la de Joao, que aunque espera que madre e hija se reconcilien, lo tiene claro con el tema de Antonio David: «Él lo tiene difícil a día de hoy. Más adelante dios dirá». Muy crítico con Olga Moreno, el televisivo vidente cree que su acercamiento a Gianmarco se debe a una estrategia. «Se ha juntado a él sabiendo la tirantez con Antonio David como estrategia, porque sabe la cantidad de seguidores de Gianmarco«, asegura.
Cambiando de tercio, más seguros están ambos de que Isabel Pantoja y Kiko Rivera acabarán por solucionar sus diferencias. «Isabel es un poco testaruda y su hijo también, pero ahí es más fácil el entendimiento. Entre madre e hijo no hay nadie que se meta», señala Rappel, mientras que Joao le da la raón con un «cuando habla Rappel solo digo amén porque es lo máximo. Han salido perdiendo todos. Creo que al final se arreglarán«.
Tan claro como siempre, el Maestro evita hablar de Adara Molinero confesando que «no tengo interés. Recuerdo vagamente quién es. A ella solo le falta como eslabón su madre, con los demás no se habla y creo que no se habla ahora con ella»
Por último, y muy cautos, tanto Rappel como Joao prefieren no vaticinar si el amor entre Enrique Ponce y Ana Soria tiene futuro, aunque el Maestro piropea a Paloma Cuevas, «una señora de los pies a la cabeza» en su separación, que «ha marcado la línea con discreción y seriedad».