Dentro del mundo de la cocina siempre existirán ciertos aspectos que se deben dominar, bien sea el caso de las temperaturas, los cortes, las cantidades de condimentos, entre otros. Y es que por más que en ocasiones nos parezca fácil, lo cierto es que cocinar a veces suele terminar siendo un arte con mucha más ciencia de lo que pensamos.
A todos nos ha pasado en algún momento de nuestras vidas nos llega el momento de despiezar o trocear un pollo, en particular porque se ahorra comprándolos enteros. A primera vista nos parece sencillo, luego, a medidas de que introducimos el cuchillo, nos damos cuenta de que quizás no lo es tanto, pues nos tomamos con huesos y otras partes del cuerpo que nos cuestan trabajo cortar. Por ello, el día de hoy te enseñaremos a trocear un pollo de manera exitosa y salir victorioso en el proceso.
Lo importante de saber trocear el pollo
Debes saber que el conocer como trocear un pollo de manera eficiente posee una buena cantidad de ventajas, pues de esta forma podrás distribuir mejor todo el contenido de esta ave de corral, además de que te ahorrarás algo de dinero, sí ¡ahorrarás!
Y es que en muchas carnicerías suelen cobrarte dinero extra por solo despresar el pollo, o si por ejemplo, eres de los que prefiere comprar una determinada cantidad de ciertas presas de este alimento, también deberás conocer que comprar el pollo entero es mucho más económico, pues se habla de que haciendo la compra de esta manera, puedes ahorrarte hasta un 30% del dinero que solo comprando pechugas, muslos o alitas.
Por eso es importante saber deshuesar, cortar trozar y dividir en partes el pollo (muslos, contramuslos, alas, pechugas, y aprovechando la carcasa y hasta el cuello del pollo). Podrás así, aprovechar de esta manera cada una de las piezas del pollo para realizarlo de distintas maneras, de paso te recomendamos que pruebas la receta a la cazadora, y es que uno de los beneficios de contar con un pollo entero, es que hay cientos de recetas que puedes elaborar.
Comienza limpiando el pollo
Lo primero que debes hacer es limpiar al pollo de sus impurezas, para esto, deberás utilizar un soplete con el que te desharás de las plumas y sus restos. También revisa el interior del pollo, si posee sus vísceras, retirarlas (puedes aprovecharlas para cocinarle algo a tus mascotas). Esto es en caso de que el pollo no venga limpio, pues podemos hallarlo sin ningún resto, con todos estos elementos.
Empieza a cortar
Ahora deberás colocar el pollo con la pechuga hacia arriba en la tabla que utilices para cortar tus alimentos, Deberás comenzar picando las alitas del pollo. Con la mano izquierda toma el alita izquierda y extiéndela hacia afuera del cuerpo. Luego, con un cuchillo bien amolado atraviesa la piel del ave y corta el extremo de la pieza que estiraste. Haz lo mismo con el alita derecha.
Ahora, procede a realizar un corte en la piel que conecta a los muslos y las pechugas, cortando toda la piel y grasa que sobre. Continua con los muslos, pica la articulación del mismo, y posteriormente la de la rodilla.
Ahora procede a separar los muslos con la mano y córtalo de una manera muy cuidadosa y acertada, pues deberás poder lograrlo al primer intento.
Ahora, localiza la articulación que une al muslo con el resto del cuerpo del pollo. Cuando lo hagas, tómala con tu mano y procede a romper esa articulación desde la cadera, de esta forma se te hará más sencillo meter la mano a las costillas. Ahora tira hacia atrás y rompe la columna del pollo por la mitad.
A continuación, toma un cuchillo y termina de cortar el pollo en dos partes, donde querrás separar la parte superior de la inferior. Separa los muslos de los contramuslos buscando con las manos las articulaciones y procede a cortar justamente donde ella se encuentren, pues esto supone una separación de piezas por donde debes pasar el cuchillo.
La parte final
Solamente queda la zona de las pechugas, muslos y carcasa. Retira toda la piel y grasa sobrante y haz un corte en el pecho del pollo, siguiendo el mismo por el camino que te indicará el hueso del esternón. Con el mismo cuchillo, rasca bien la pechuga del esternón, y ve separándolos cuidadosamente hasta que solo te quede la carne del pollo en un lado, y el hueso en otro.
Lo mismo harás con la otra pechuga. Toma la carne y con el cuchillo sepárala del esternón cuidadosamente. Al final, tendrás una pechuga completa dividida en dos partes.
Para finalizar de trozar y deshuesar tu pollo, tendrás que ya habrás separado las alitas, los muslos, los contramuslos y las pechugas. El resto de las piezas las puedes utilizar para hacer lo que quieras. Por ejemplo, la zona de la carcasa puedes utilizarla para preparar un caldo o consomé de pollo, la intención es no desperdiciar ninguna de las piezas del pollo.
Es importante mantener la higiene en el proceso de trozado
Una de las amenazas que pueden aparecer al momento de preparar pollo es la famosa bacteria llamada salmonella, la cual suele alojarse en el pollo crudo. Por lo tanto, es de vital importancia que conserves muy bien la higiene antes, durante y después de cortar el pollo, pues un descuido puede derivar en algún problema de salud.
Así que lávate muy bien las manos, y nada de probar el pollo sin cocinar completamente. Lava muy bien la tabla que utilizarás, así como el cuchillo con que piques el pollo.
De esta manera, podrás cortar de forma muy fácil tu pollo, y podrás notar que es un proceso mucho más sencillo de lo que parece. Así que atrévete a intentarlo, eso sí, con mucho cuidado de cortarte en el proceso.
Aprovechando cada una de las piezas del pollo podrás realizar diversas comidas, y lo más importante es saber sacar el provecho a cada una de las piezas y así no perderle absolutamente nada al pollo. Recuerda que en la cocina, la imaginación es el límite.