Si yo tengo que improvisar seguramente algo salga mal, pero este joven está tocado con la varita mágica y ante un problema grave como un salto que excede la fuerza que necesitaba logró mediante una improvisación increíble que terminó pasando por el centro del aro desatando la locura no solo de todo el estadio, sino también de Kobe Bryan que no podía creer lo que estaba viendo.