FAES critica que la izquierda insulte al 45% de los votantes que apoyaron a Ayuso

La fundación FAES ha criticado este jueves que la izquierda «reaccione a su fracaso insultado al 45% de los votantes» que decidieron apoyar a la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso. Tras asegurar que el éxito de la presidenta madrileña «lo es también de Pablo Casado», cree que estos comicios marcan un «punto de inflexión» en la política española porque el Gobierno liderado por Pedro Sánchez y «su agrietada coalición» salen «seriamente debilitados mientras se refuerza el centroderecha».

Así lo sostiene la fundación que dirige el expresidente del Gobierno José María Aznar, quien este miércoles ya felicitó a Ayuso por su «extraordinario triunfo» en los comicios del 4 de mayo y recalcó que esta victoria supone «una gran lección y una gran esperanza para todos». «El modelo de libertad se entiende, funciona y los ciudadanos lo respaldan», añadió.

Apenas dos días después de esos resultados, FAES ha publicado un editorial en el que subraya que produce «estupor que la izquierda clamorosamente derrotada en Madrid reaccione a su fracaso insultando» a los votantes de Ayuso.

En concreto, critica que Podemos eche mano del «apolillado análisis marxista sobre la conciencia alienada que lleva a cientos de miles de trabajadores a votar al PP», mientras que en el PSOE, la vicepresidenta primera del Gobierno Carmen Calvo, aparte de «pregonar unos delirantes análisis electorales», se refiera a los votantes del PP como «gentes alucinadas sin contacto con la realidad porque, de haberla tenido, habrían votado sin duda a los socialistas».

«Aunque se recomienda que cuando el adversario se equivoca, lo mejor es no distraerle, lo cierto es que la izquierda de la coalición gobernante en España es la que ha demostrado encontrarse fuera de la realidad», dice FAES, para criticar que se dediquen a «abroncar e insultar a los votantes que no han comprado la averiada mercancía izquierdista».

UN FRACASO «CUANTITATIVO» Y «CUALITATIVO»

Según FAES, el fracaso de la izquierda «no es sólo cuantitativo» sino también «cualitativo». Así, considera que el 4M es también «el fracaso de sus grotescas ‘alertas antifascistas’, de la impostura permanente de líderes como Pablo Iglesias, verdadero depredador de la política democrática que busca hacerse pasar por víctima; es el fracaso de su inconsistencia, que en el caso del candidato socialista pasó de rechazar el pacto con Podemos a convocar a Iglesias a ganar juntos las elecciones».

En resumen, cree que es el «fracaso de la inveterada pretensión de la izquierda de imponer para su ventaja los marcos conceptuales que condicionan el debate político». Frente a ese «despliegue de soberbia y resentido desprecio a los votantes», prosigue FAES, Ayuso ha hablado de «prudencia y compromiso, reconociendo los votos ‘prestados’ que han contribuido a construir su mayoría, sabiendo dimensionar lo que significa su enorme victoria en función de una tarea de gobierno para la que pidió la confianza de los madrileños».

Además, señala que el 4M ha visualizado la capacidad del PP para articularse como «alternativa a esta conjunción decadente de socialistas comunistas e independentistas» y agrega que el reagrupamiento en el centroderecha tiene que «seguir consolidándose como un proceso de unión de fuerzas, no como una apuesta por la derrota de un adversario que ha ocupado provisionalmente un segmento del electorado que el PP puede legítimamente reclamar».

Tras recordar que Ayuso pidió el voto para poder desarrollar su proyecto político con libertad de acción, destaca que esa libertad tiene que predicarse «frente a todos» porque «se la ha ganado». «El hecho de que el PP sume de largo más que toda la izquierda junta le libera del condicionamiento de escaños que contaban con ser decisivos y que los resultados del 4 de mayo dejan considerablemente devaluados», apostilla, en alusión a Vox.

DICE QUE EL GOBIERNO DE SÁNCHEZ SALE «DEBILITADO»

Aunque ve «evidente que ningún resultado es extrapolable al 100%», dice que «sería absurdo negar que las elecciones en Madrid marcan una inflexión en la política española en la que el Gobierno de Sánchez y su agrietada coalición salen seriamente debilitados mientras se refuerza el centro derecha en el que el PP afianza su hegemonía y su condición de alternativa de gobierno».

«El éxito de Isabel Díaz Ayuso lo es también de Pablo Casado. No sólo es el presidente del Partido Popular, sino que encabeza esa generación de dirigentes políticos de la que Díaz Ayuso es tan representativa», asegura, para concluir que Casado «tiene ante sí una tarea compleja y exigente, pero ha dado pasos importantes y hoy, desde su liderazgo, esa tarea parece algo más fácil».