Hace ya más de un año que incorporamos las mascarillas sanitarias a nuestras vidas como un complemento más, absolutamente necesario y sin el que no podíamos salir a la calle. Gracias a ellas, evitamos contagiarnos de la covid-19 y de otras enfermedades. Sin embargo, su uso continuado durante horas hace que se produzca el llamado maskné o acné de mascarilla. Para poder evitarlo, un ingrediente interesante es el carbón, que es detox y con el que podemos combatir los granitos gracias a las mascarillas de carbón, las mascarillas de cara negra y los parches de nariz, perfectos para los puntos negros. El caso es que, tengas el tipo de piel que tengas, hay una mascarilla de carbón para ti.
¿Qué beneficios tiene el carbón sobre la piel?
El carbón proviene de calentar a altas temperaturas el bambú o de la piel de frutas como el coco.
Las principales propiedades del carbón son:
- Su absorbencia: perfecta para eliminar las impurezas y las toxinas, ya que absorbe el exceso de grasa de la piel y equilibran la producción de sebo.
- Su abrasividad: que le aporta la efectividad necesaria para notar resultados en uno o pocos usos, disminuyendo el tamaño de los poros.
- Sus principios antibacterianos y desintoxicantes: que hacen que la piel se vea mucho más radiante, más lisa y sin manchas, con mucha más luminosidad y con un tono más igualado.
Mascarillas que contienen carbón
A día de hoy podemos encontrar decenas de opciones de mascarillas en la perfumería. Pero las mascarillas de carbón son aquellas que vendrán bien a todo tipo de pieles, gracias a que el carbón cubre necesidades básicas para todos como purificar y, a la vez, hidratar la piel. Las versiones más comunes son:
- Mascarillas de peel off: son las líquidas que se aplican directamente sobre la piel y, una vez secas, se “arrancan”, se retiran. Su función principal es minimizar el aspecto de los poros dilatados y eliminar las impurezas de manera suave y profunda. A veces suelen ir combinadas con otros ingredientes como té verde (que tiene propiedades antioxidantes y antiedad) y la lavanda (con propiedades tonificantes, equilibrantes, relajantes, hidratantes y antiinflamatorias).
- Mascarillas de sábana o tisú: son las telas que vienen impregnadas en el tratamiento, que aplicamos sobre la cara unos 15 minutos y, al retirarlas, podemos seguir masajeando el líquido restante. Limpian profundamente la piel, eliminando las toxinas, de modo que queda detoxificada y profundamente purificada. También combinan ingredientes como la niacinamida (que reduce el enrojecimiento, las manchas y las líneas de expresión) o el ácido hialurónico (que hidrata intensamente la piel).
- Tiras para la nariz: son pequeñas tiras limpiadoras que ayudan a eliminar los puntos negros y las impurezas desde su primer uso. Su poder desinfectante hará que se minimicen los poros y se sienta una piel mucho más lisa, tersa y sana.
Su uso es recomendable una vez a la semana, y se pueden combinar todos los tratamientos entre sí, gracias a que los ingredientes son muy beneficiosos y no suelen causar reacciones ni siquiera en las pieles más sensibles. ¿Qué mascarilla vas a probar tú?