El Ministerio de Educación fía la convocatoria de becas para alumnos con diselexia, discalculia, disortografía y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) a la disponibilidad presupuestaria que exista en el futuro y que permita ir incorporando nuevos colectivos con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE).
«A medida que la situación presupuestaria lo permite, se van incluyendo grupos en estas ayudas. En la convocatoria de 20-21 se incluyó a los TEA y en la próxima se hará acon los alumnos con trastornos graves de la comunicación y el lenguaje. En siguientes, y siempre que sea viable presupuestariamente, se incluirán nuevos colectivos en estas ayudas», han explicado fuentes del Ministerio en respuesta a la denuncia de asociaciones de familias que están dispuestas a demandar judicialmente al departamento de Isabel Celaá.
Tal como ha confirmado el Ministerio, la convocatoria para este año limitará a ayudas para discapacidad, trastorno grave de conducta, altas capacidades, trastornos del espectro autista (TEA) y trastorno grave de la comunicación y el lenguaje.
Asimismo, ha confirmado obligatoriedad de los alumnos con discapacidad de presentar un certificado que lo acredite. «Esto se hace para igualar este trámite al resto de trámites administrativos y garantizar que estas ayudas llegan, efectivamente, a los estudiantes con discapacidad», ha indicado desde el Ministerio.
En opinión de la plataforma DiversiAE, que aglutina FEAADAH, FEDIS, FETEL, Fundación Española Tartamudez, AME y CONFAE Asperger,la convocatoria de becas supone «una discriminación a unos grupos de personas con necesidades respecto a otros». «El alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE) es el más numeroso y lo conforman aquellos que tienen dificultades específicas de aprendizaje, TDAH dislexia, discalculia y disortografia», según ha explicado Juan Pérez Caro, presidente de la Federación Catalana de TDAH.
Asimismo, Pérez Caro ha recordado que las familias llevan años «peleando para que se desvincule la discapacidad y el trastorno de conducta con la obtención de las becas y lo que se ha dejado claro en más de una reunión es que es preferible ayudas de inferior cuantía, pero que lleguen a todos, en lugar de a unos pocos». «Nos ha parecido muy injusto es que se remarque en el borrador a cuatro grupos concretos y se obvie al resto de alumnado NEAE», ha añadido.
Los colectivos recuerdan que «el borrador va en contra de la propia ley Celaá que en su artículo 80 sostiene que las políticas de compensación reforzarán la acción del sistema educativo de forma que se eviten desigualdades derivadas de factores sociales, económicos, culturales, geográficos, étnicos o de otra índole», ha recalca el presidente.
En octubre de 2020, el Ministerio de Educación y Formación Profesional envió un mail a los padres que habían solicitado la beca recordándoles que en el caso de que tuvieran pensado solicitar estas ayudas el próximo curso 2021-2022, estaba previsto que la convocatoria que se publique requiera, en todos los casos, que se alegue la discapacidad del beneficiario (alumno) y la presentación de un certificado que acredite que esa discapacidad sea al menos del 33%.
Para Juan Pérez, «esto excluye a muchos alumnos NEAE como los afectados con dislexia o solo TDAH que no reciben una valoración de un 33%, obtienen entre un 12 o un 15 % como mucho», se lamenta Juan Pérez.