Uno de los sectores que más publicidad genera es el de la alimentación, ya que obviamente es algo que compramos a diario y con más cantidad de opciones. Y como no podía ser de otra forma, te lo presentan de lo más apetitoso. Cuántas veces no vemos esa comida en la televisión o en una revista y nos entran ganas de correr al super y cuántas más pensamos que se ve muy perfecta en pantalla o en papel y luego en la realidad no se corresponde con lo mostrado. ¿Por qué pasa esto? Pues tiene truco y hay varias formas de hacerlo, así que te vamos a mostrar las más eficaces y también sorprendentes.
1Ojo que nada es lo que parece y la comida puede no ser comida
Sí, empezamos por lo fuerte y es que muchas veces en publicidad lo que no te muestran ni siquiera es comida real, sino algo fabricado con elementos o materiales que son todo menos comestibles. Te ponemos varios ejemplos: un bizcocho apetecible con su color amarillo intenso. ¿Sabes qué utilizan en ocasiones? Un trozo de esponja amarilla debidamente cortada como si fuera una porción de tarta, colocando encima nata, chocolate o lo que se tercie en repostería.
Siguiendo con lo dulce, para presentar crepes, al ser una comida que se desparrama fácilmente o no es del todo consistente, aquí si las hacen de verdad, pero al poner una encima de otra usan el socorrido cartón entre ellas, para que parezca un producto con más volumen y consistencia. Usan el mismo truco para porciones con capas diferentes, cubriendo el cartón para que no se vea con nata real o ficticia, crema, etc. Así todo tiene una perfecta simetría y consistencia.