El desayuno perfecto: así puedes hacer croissants caseros y comerlos recién hechos

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Muy conocido por todo el mundo, un bollo de mantequilla llamado croissant, ideal para acompañarnos en nuestros desayunos diarios y hasta en las meriendas de las tardes y compiten con los deliciosos bollos suizos.

Puede ser rellenado con ingredientes dulces, como el chocolate; y por ingredientes salados, como el queso. Definitivamente, los croissants van absolutamente con todo y son los mejores acompañantes para tu café.

En otros países, los croissants llevan nombres diferentes como cachitos, cuernitos, cangrejos y medialuna. La receta del croissant es procedente de Austria y es elaborado con una masa de hojaldre que lleva levadura junto con mantequilla. Aquí podrás aprender la receta de los tradicionales croissants, pero también podrás realizarle variaciones que vayan con tus gustos si así lo deseas.

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Almacenamiento de los croissants

Si quieres preparar croissants para otro día, puedes envolver el plastón de hojaldre utilizando un papel film transparente de cocina, para después guardarlo dentro de tu nevera hasta el día siguiente o el que quieras prepararlo. Si lo has almacenado dentro de la nevera, tendrás que repetir el proceso de doblar y estirar unas cuentas veces más.

En cambio, si quieres congelar tus croissants cuando ya les has dado forma, tendrás que envolverlos en papel de horno y congelarlos antes de que estos se fermenten. Puedes mantenerlos en un tupper o dentro de una bolsa para alimentos congelados. Ten la total confianza de que tus bollos de hojaldre no se dañarán y podrás comerlos después y seguirán en perfecto estado.

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