Tener niños y sobre todo pequeñitos implica ser muy cuidadoso con los objetos que se encuentran en el hogar, y más si el tamaño de estos es pequeño también, pues un descuido y los niños pueden tomarlos, ocasionando un problema mayor. Hay que tener en cuenta la seguridad infantil en casa.
3Guía de primeros auxilios para reaccionar ante una emergencia
Estos son los peligros más habituales que pueden ocurrir en casa cuando hay un niño:
- En la boca: ingerir objetos pequeños como monedas, tuercas o botones, puede no ser un peligro inminente pero si puede dar lugar a atragantamiento. Por ello es necesario tratar de tranquilizar al niño y trasladarlo al centro sanitario más cercano.
- En la nariz: los niños pueden llegar a introducir objetos pequeños e incluso granos por su nariz, se puede proceder así: Si está cerca al exterior de la fosa nasal, se puede tapar con un dedo la fosa contraria y expulsar el aire con fuerza para que se libere.
De no funcionar significa que está más alejado y es necesario llevar a un centro asistencial al niño y diciéndole que respire por la boca, no se debe intentar sacar el objeto por nuestra cuenta con pinzas.
- En los ojos: a veces en los ojo entra un grano de polvo, pequeños insectos o una pestaña, debemos calmar al niño y sentarlo cerca de la luz y con las manos limpias, separar los párpados e indicarle que nueva el ojo de un lado a otro para revisar, se puede lavar el ojo del niño con agua o suero fisiológico, con la cabeza del niño inclinada.
- En la piel: a veces el objeto puede ser pequeño y punzante, tales como astillas o espinas de una planta. Se debe lavar la zona con agua templada y jabón. Luego apretar la piel donde está la astilla o espina y extraerla con la ayuda de unas pinzas pequeñas y lavar de nuevo la piel del niño.