La resistencia a los antimicrobianos «es una pandemia creciente» que obstaculiza el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, denunciaron los participantes en el Diálogo de Alto Nivel sobre Resistencia a los Antimicrobianos celebrado este jueves en la Asamblea General de la ONU, donde la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que actualmente mueren al menos 700.000 personas cada año debido a enfermedades resistentes a los medicamentos.
«Si no se toman medidas urgentes, estas enfermedades podrían causar diez millones de muertes anuales para 2050, además de provocar daños económicos tan catastróficos como la crisis financiera global de 2008-2009 y, para 2030, la resistencia a los antimicrobianos podría empujar a 24 millones más de personas a la pobreza extrema», ha señalado el presidente de la Asamblea General, Volkan Bozkir.
Volkan Bozkirha destacado que, de continuar la actual tendencia, las intervenciones sofisticadas que requieren antimicrobianos como trasplantes de órganos, reemplazos de articulaciones y quimioterapia contra el cáncer, así como la atención a los bebés prematuros, se volverán demasiado peligrosas y no serán posibles.
Entre los oradores en el evento semivirtual se contaron el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Gebreyesus; el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu; la directora general de la Organización para la Salud Animal, Monique Eloit; y la subdirectora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Joyce Msuya, quienes expresaron alarma por la falta de conciencia sobre lo que llamaron una «pandemia silenciosa», pese a las devastadoras consecuencias que puede tener.
Señalaron que la falta de regulación, el uso de antibióticos como promotores del crecimiento en animales y la venta libre y por internet han provocado un auge de los antimicrobianos falsificados o de mala calidad. También consideraron imperativo que los actores involucrados en la producción y procesamiento de alimentos, la cría de animales y la agricultura estén presentes en los debates sobre la resistencia a los antimicrobianos puesto que el sector alimentario es el mayor consumidor de antimicrobianos.
El doctor Tedros, por su parte, llamó a dar a la resistencia a los antimicrobianos una respuesta conjunta «tan urgente como la requerida por la pandemia de COVID-19». «Es vital que juntos otorguemos el mismo sentido de urgencia, de innovación y de solidaridad que hemos visto de cara a al COVID-19 a la lucha contra la resistencia antimicrobiana. (…) La pandemia de COVID-19 ha ilustrado de forma muy cruda la necesidad de trabajar con todos los sectores con un enfoque sanitario que integre los esfuerzos por proteger la salud de los seres humanos, los animales y el planeta», recalcó Tedros.
Para cerrar su intervención, el titular de la OMS llamó a todos los países a firmar el Llamado a la Acción contra la Resistencia Antimicrobiana 2021, que ya ha recibido gran apoyo internacional.