El estrés es uno de los enemigos que tienen las personas cuando hacen dieta. Se ha convertido en el escollo a superar que no es nada fácil. Tiene la particularidad derrumbar cualquier tipo de régimen alimenticio que tengas y, además, te hace subir de talla.
Para llevar un estilo de vida saludable, no solo es necesario tener una buena alimentación, sino también ejercicios, descanso y un excelente estado emocional. A menudo, pueden proliferar muchísimas perturbaciones que ponen en jaque el equilibrio del practicante. La gran mayoría no encuentra una escapatoria para evitar sucumbir en el intento de bajar de peso.
Es por ello que, la idea de mente sana y cuerpo sano es una relación inquebrantable. Y es que, cuando están fragmentadas, lo que va ocurrir en tu cuerpo no será favorecedor aún teniendo una buena ingesta de alimentos. Veamos cómo incide el estrés en la forma que orientas tu alimentación, y por qué se dice que «sube de talla».
3El estrés te obliga a picar y subes una talla más
A veces las personas no se dan cuenta de ello. Pero cuando se pasa por situaciones de estrés, generalmente ocurre un sentimiento de obligación hacia ciertos alimentos. Y, curiosamente, no son los más sanos como para mantener la dieta, sino todo lo contrario. Buscan el chocolate, las comidas chatarras, gaseosas y las grasas, comidas con mucha grasa, porque es lo que le pedirá el cuerpo.
Además, ocurre muchísimo con los dulces de pastelería que logran aliviar las tensiones. Pero, el mal que se hacen las personas es por que no podrán controlar las arremetidas del estrés en su cotidianidad.
Por si fuera poco, en este proceso de pecar por culpa del estrés, no existe en la persona ni la más misma sensación de culpabilidad. La mayoría asegura que luego lo pueden solucionar con unos pocos ejercicios. Aunque la realidad de todo esto, es que se convierte en una soga al cuello, y puede ser más difícil bajar el peso que ganaste.