El octavo capítulo de la serie documental de Rocío Carrasco, ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva‘, ha sido quizás el más duro de los emitidos hasta el momento no sólo para la protagonista del desgarrador testimonio, sino también para todos los telespectadores y para los afectados: Antonio David Flores, Rocío Flores y Olga Moreno, principalmente.
Y es que Rociíto ha desvelado, entre otras barbaridades, el doloroso trance que vivió cuando ingresaron a su hijo en Málaga durante unas Navidades, especialmente cuando Antonio David y Olga desoyeron su llamada de auxilio que les pedía controlar a la pequeña Rocío, que no paraba de faltarle el respeto.
5LAS MALAS CONTESTACIONES DE ROCÍO FLORES A ROCÍO CARRASCO
Lógicamente, Rocío Carrasco intentaba luchar contra todas estas airadas reacciones de su hija, pero no siempre lo conseguía. A veces la mandaba a su cuarto castigada y esta le respondía “al cuarto se iba a ir tu puta madre que está enterrada”. A pesar de lo duro del testiomino, en ese momento Rociíto ha pedido comprensión y ha explicado que su hija, Rocío Flores, tenía momentos buenos que ella trataba de exprimir:
«De mí nacía atusarla el pelo, el quitarla una pelusa del ojo. Muchas cosas del día a día, pero en el momento en el que eso sucedía y ella veía que ella iba a ser capaz de mostrarme algún sentimiento de cariño, entonces era más agresión. No se podía permitir tener ningún sentimiento bueno para conmigo», declaraba apenada.