El octavo capítulo de la serie documental de Rocío Carrasco, ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva‘, ha sido quizás el más duro de los emitidos hasta el momento no sólo para la protagonista del desgarrador testimonio, sino también para todos los telespectadores y para los afectados: Antonio David Flores, Rocío Flores y Olga Moreno, principalmente.
Y es que Rociíto ha desvelado, entre otras barbaridades, el doloroso trance que vivió cuando ingresaron a su hijo en Málaga durante unas Navidades, especialmente cuando Antonio David y Olga desoyeron su llamada de auxilio que les pedía controlar a la pequeña Rocío, que no paraba de faltarle el respeto.
4UNA PETICIÓN DESOÍDA
A pesar de los ruegos de Rocío Carrasco, ni Olga Moreno ni Antonio David Flores atendieron sus peticiones. De hecho, y nada más volver de estar con su padre las dos semanas, lo primero que hizo su hija al verla fue insultarla gravemente:
“Eres una hija de puta. ¿Qué te creías que Olga era tu amiguita? ¿Le has contado todo? No sabes la que os tienen preparada. Esa es la primera vez que me llama hija de puta”, explicó Rocío Carrasco, que contó que “yo ahí solo lloraba, llorar mucho, meterme en mi cuarto, pastillita debajo de la lengua, ataque de ansiedad, hacer deberes, preparar cenas…”.