Todo en la vida evoluciona y eso en el fútbol no es una excepción. Esto queda muy claro al ver lo que hará la nueva Primera RFEF, que será como se denominará de ahora en adelante la Segunda B. Ese paso adelante en el balompié español contrasta mucho con el cambio radical que se quiere hacer con la Superliga Europea; pero es que mientras esta competición elitista y parcialmente cerrada genera críticas, amenazas y rechazo, en el caso de este cambio para la tercera categoría en si que ha sido recibido con mucho agrado y, sobre todo, esperanza. En lo segundo es en lo que más se quieren afincar los jugadores, pues entienden que esto sería un gran paso dentro del fútbol profesional español. La importancia y el cariño que se le dará a la competición ayudará a mejorar las cosas; eso es lo que se espera.
Al estar en plena estructuración y con los cambios dándose muy seguidos, los futbolistas han querido aprovechar este momento para pedir algunas cosas que resolverían muchas inquietudes y ayudarían a profesionalizar aún más esta categoría. Lo cierto es que se quiere que la Primera RFEF sea algo más propio a lo que sucede en otros países y sus categorías de bronce, en las que hay bastantes medidas y derechos que favorecen mucho a los jugadores. El cambio de nombre está muy bien y la visión que se tendrá de la competición también variará; pero los futbolistas no quieren que se detengan allí, pues quieren pelear por más cosas que los beneficien a todos mientras militen en esa categoría. En ese sentido, los jugadores le han planteado estos cambios a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) para que intervengan por ellos y las mejoras realmente se logren.
Una Primera RFEF mucho más profesional
Con la idea de elevar el nivel y que todo tenga un sentido más profesional, hasta más 60 futbolistas se reunieron con la AFE para plantearle todas sus inquietudes y algunas de las exigencias que tenían para que el fútbol de esta Primera RFEF sea cada vez mejor. En la reunión estuvo el presidente de la AFE, David Aganzo, para escuchar y poder representarlos a todos con sus exigencias. Junto a el mandatario apareció José Antonio Camacho, leyenda del fútbol español, que funge como vocal de Junta Directiva. Esta reunión entre la AFE y los jugadores, que fue el primer encuentro oficial de Aganzo luego de ser elegido presidente, ha sido muy productiva al ver como los futbolistas explicaron su visión de lo que haría mucho mejor y más profesional a esta categoría de Segunda B que cambiará su nombre a partir de la campaña que viene.
En ese sentido todos pidieron que se le haga un contrato profesional, con una ficha profesional a todos los jugadores; además de que se fije un salario mínimo para que esta Primera RFEF rebose de competitividad. Para los jugadores es claro que la gran diferencia con otros países es como dividen sus categorías y es por ello que el nivel es más competitivo mientras más se sube; porque desde abajo se lucha con fiereza. Si se quiere dar ese sentido más profesional se debe empezar con buenas condiciones laborales a sus jugadores, tal como se tratar a los miembros de LaLiga Santander y LaLiga SmartBank. Junto a eso pidieron que se regularice la situación con los no comunitarios y que se negocie un aumento de fichas Sub-23 con la RFEF; sin contar otras cosas como el calendario, los horarios y hasta la calidad del balón que usarán.
AFE velará por todos sus intereses
La AFE apoya en todos los sentidos a estos futbolistas de la Tercera División de España, pues comparten su visión de que para que se logre más competitividad a nivel nacional, la profesionalización debe llegar desde las categorías más bajas y con esta Primera RFEF es lo que se quiere lograr. Todos sus integrantes quieren que las reuniones que se hagan entre Aganzo y la RFEF sean muy claras; porque solo así se podrá trabajar para mejorar este nuevo campeonato que se está conformando. Con condiciones laborales similares a los de Primera y Segunda División, el nivel de esta categoría se elevará; al punto de que muchos comiencen a verlo como una buena oportunidad para seguir surgiendo, tanto en lo personal como dentro de sus carreras en el mundo del fútbol.
Tras esta reunión tan productiva, se espera que tanto la AFE como la RFEF concuerden sentarse a hablar para que Aganzo exponga todas las exigencias que le hicieron los futbolistas de esta recién conformada Primera RFEF. Ese encuentro debería ser muy pronto, pues la AFE ya había solicitado hablar con el máximo ente del balompié español para tratar precisamente algunas cuestiones de esta nueva competición; sin embargo, todo se había suspendido hasta que ellos tuvieran un nuevo presidente. Con la reelección de Aganzo, que venció a Gaizka Toquero, ya el ente tiene el representa que necesitaba para que la RFEF pueda hablar con ellos. El futuro luce esperanzador y aunque puede que sea un camino difícil, todos esperan que sus exigencias sean entendidas y aplicadas; pero no solo por el bien de los jugadores, que ya es bastante, también por el bien de esta nueva categoría.