El tira y encoge de Belén Esteban con Toño Sanchís pareciera no tener fin. Luego de que fueran grandes amigos, el exrepresentante de la tertuliana de la televisión, no ha parado de arremeter en contra de quién en algún momento se ganó toda su confianza. Claro, en estos instantes se ven a la cara y ya se sabe que no es con intención de ni siquiera saludarse.
Y es que, la reina de los platós en España ha sido la flamante vencedora de la puja por la casa del mánager. Aunque los dilemas que tienen ambos prometen seguir siendo aún más fuerte. Porque, el mismo Sanchís ha declarado que tiene intención de demandar a la colaboradora de Sálvame por presuntos insultos que, esta al parecer, cometió en contra de su persona.
Lo cierto, es que, los tribunales los espera. Y, aunque la Estaban pareciera estar feliz con la casa pudo sacarle a su examigote, hay mucho que puede tener en contra. Existe la posibilidad de quedar en la ruina con esta adquisición que no es tan perfecta como parece. Veamos cuáles son los infortunios que ha encontrado la celebridad tras quedarse con la vivienda.
4Belén Esteban se quedó con la propiedad
No había otra que pudiera hacerse de la casa. Belén Esteban fue la encargada de quedarse con la misma. Según lo que ha trascendido, esta tuvo una valoración en subasta de 375.000 euros. Aunque no llegó a la cifra de los 700.000 euros que era lo que se tenía previsto en un primer momento en cuanto a la valoración de esta vivienda ubicada en Villanueva del Pardillo.
Pero, las cosas no quedan aquí. Una de las sorpresas que se ha llevado la trabajadora de Sálvame, es que se ha metido en una casa que afirman está «envenenada».
El motivo de esta determinación, es porque recientemente la misma tertuliana indicada que ya estaba liquidado el asunto con la hipotética con La Caixa por un total de 266.000 euros. Además de los intereses por demora a las que debió asumir la responsabilidad.
Asimismo, para que quedara a su nombre en términos legales prescritos en las normas españolas, debió sacar de su bolsillo para cancelar los gastos administrativos de registros. Precisaba que las tasas eran demasiado altas.