El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado «enérgicamente» el asesinato de los periodistas españoles David Beriáin y Roberto Fraile en Burkina Faso, donde trabajaban en un documental para denunciar la caza furtiva, y el ciudadano irlandés Rory Young que los acompañaba.
El viceportavoz de la Secretaría General de la ONU, Farhan Haq, ha manifestado que Guterres ha expresado «su pésame a las familias de las víctimas», así como a los gobiernos de Burkina Faso, Irlanda y España.
Asimismo, ha subrayado que el secretario general ha demandado a las autoridades «que identifiquen rápidamente y lleven a los perpetradores ante la justicia».
David Beriain y Roberto Fraile habían sido dados por desaparecidos tras un ataque por un grupo armado este lunes en el este de Burkina Faso. El martes, la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación del Gobierno de España, Arancha González Laya, confirmó que habían sido asesinados.
Los dos fallecidos estaban realizando un documental sobre los esfuerzos de las autoridades de Burkina Faso para proteger los parques naturales del país frente a la caza furtiva y las comunidades que habitan en ellos.
Ambos formaban parte de un grupo de unas 40 personas con las que se perdió el contacto hacia las 15.30 horas del lunes en un parque natural situado en la frontera entre Burkina Faso y Benín, una «zona peligrosa por ser campo de operaciones de terroristas, cazadores furtivos y bandidos», según señaló González Laya.
El ataque, perpetrado cerca de la localidad de Pama, capital de la provincia, se saldó además con el robo de armamento y equipamiento por parte de los asaltantes. Entre el material se encuentran dos ametralladoras montadas sobre vehículo, un dron, doce motocicletas y receptores de frecuencia.
El este y el norte de Burkina Faso han sufrido un aumento de la inseguridad durante los últimos años, especialmente a causa del repunte de los ataques por parte de grupos yihadistas, entre ellos la rama de Al Qaeda en el Sahel, el Grupo para el Apoyo del Islam y los Musulmanes (JNIM), y Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS), que han provocado además un incremento de los enfrentamientos intercomunitarios.