Los partidos siguen avanzando para este Real Madrid dirigido por Zinedine Zidane y cada vez más se acerca ese momento crucial de la temporada; porque a pesar de seguir con vida en dos competiciones, realmente lo tienen bastante complicado. En LaLiga Santander ha tenido dos empates que han mermado mucho sus posibilidades de repetir el título; mientras que en la Champions League todavía deben superar una dura eliminatoria de semifinales ante el Chelsea. Sin embargo, la esperanza no se pierde y el equipo ha luchado incansablemente pese a todos los males que los asolan. Y es que con todo el problema ocasionado por la Superliga Europea promovida por Florentino Pérez, que ha originado sin fin de críticas y amenzas, también está ese problema de bajas que ha dejado a un Madrid en cuadro para afrontar todo lo que resta de campaña.
Con todos los problemas que se está llevando últimamente Zidane ante ese mar de lesiones y bajas por coronavirus, no son pocos los que recuerdan a aquellos jugadores que ya no están en la plantilla y que ahora ayudarían mucho a aliviar la carga de una plantilla exprimida al máximo. Casos particulares como los de Martin Odegaard o Sergio Reguilón, en el que ambos salieron por culpa del mismo entrenador francés, han generado muchas críticas; pero hay un caso en particular que hace poco la prensa ha destacado que fue Sergio Ramos, capitán y líder del vestuario, el que se lo ha recordado. Ese no es otro que el de Marcos Llorente, que salió defenestrado por el actual estratega merengue y ahora brilla bajo las órdenes de Diego Simeone nada más y nada menos que en acérrimo rival citadino: el Atlético de Madrid.
Un error dejar marchar a Marcos Llorente
Pese a que han pasado casi dos años desde su marcha son muchos los madridistas que se acuerdan de Marcos Llorente; más aún cuando lo ven brillar semana tras semana en el conjunto colchonero. Su salida se pactó en solo 30 millones de euros, una cantidad que si en ese momento pareció una ganga total, más al ser al Atlético; ahora lo parece aún mucho más al ver lo bien que ha rendido. La situación es muy difícil de comprender, pues tras su cesión al Alavés regresó muy bien revitalizado; pero en toda una campaña Zidane no contó mucho con él y cuando ya pensaba en irse, el que se acabó yéndose fue el entrenador francés. El arribo de Lopetegui lo animó, aunque al final vivió más de lo mismo en el banquillo. No fue hasta la llegada de Solari que comenzó a brillar.
Con el argentino se convirtió en un hombre clave del mediocampo, pero una inoportuna lesión lo dejó fuera de combate un tiempo y después llegó su peor noticia: el regreso de Zidane. Ya con el galo de nuevo al mando su buen rendimiento quedó en anda debido a que este comenzó a confiar en su vieja guardia; por lo que Marcos Llorente y Reguilón quedaron afuera. Si bien se ha especulado que todo esto se debe a desencuentros personales cuando compartieron en el Castilla, nadie nunca lo ha confirmado; sin embargo, algo debe haber de eso, debido a que es imposible que se deshaga de dos jugadores muy aprovechables y de calidad probada así como así. Al final, Simeone lo tentó y para no abandonar la ciudad, además de que la oferta era muy buena en lo deportivo y económico, pues aceptó irse con los rojiblancos.
Toda una sensación en LaLiga Santander
Su progresión en el Atlético fue muy lenta, pues no se adaptó lo suficientemente bien a los esquemas del argentino y en lo físico tampoco parecía estar tan a tono. No obstante, todo cambió de pronto cuando Simeone comenzó a notar en los entrenamientos cualidades en ataque que ni el mismo Marcos Llorente sabía que realizaba tan bien. A diferencia de Zidane, el entrenador colchonero no solo decidió darle oportunidades, sino que también lo probó en una posición distinta y desde entonces ha rendido de gran forma. Aunque ahora ya está asentado en el mediocampo una vez más, ahora lo hace como volante y desde allí colabora tanto en el ataque como en la defensa. Sergio Ramos al ver todo este progreso parece que se lo ha echado en cara a un Zidane que agobiado ante tantas bajas o con jugadores con molestias, le caería bien contar con él.
De salir defenestrado por Zidane a convertirse en un tipo clave para Simeone; ese ha sido el camino de un Marcos Llorente, que desde su nueva posición ha colaborado con 12 goles y 11 asistencias. Números verdaderamente escandalosos para un juagdor que no está tan cerca de la portería rival; pero es que no solo eso, también interviene en la generación de juego con su esplendido despliegue físico. Realmente el Atlético se ha beneficiado mucho; de hecho, si ha llegado líder hasta este momento se debe en gran parte a la colaboración del excanterano blanco; que aunque el rendimiento de algunos de sus compañeros y del equipo ha disminuido, el suyo en cambio ha ido creciendo hasta convertirlo en todo un baluarte rojiblanco y uno de los mejores jugadores de LaLiga Santander. Ahora Zidane no se arrepiente, pero Ramos ya hace bien recordárselo.