Rafa Nadal: este es la pasta que se embolsa por ganar el torneo Conde de Godó

Si se trata de Rafa Nadal y tierra batida no hay duda de que tiene nueve dedos sobre el trofeo, sin importar el que sea. Otra vez lo demostró al alzarse con el el Trofeo Conde de Godó al derrotar a un imparable Stefanos Tsitsipas, por 6-4, 6-7 (6-8) y 7-5, en una final épica como desde hace tiempo no se veía en esta superficie y con el mallorquín de un lado de la pista. Si generalmente suele arrasar, la verdad es que en este torneo se las tuvo que ver algo duras y en la final tuvo que sudar para vencer al griego al que la suerte de unos centímetros, la falta de contundencia y la experiencia de su rival lo privaron del triunfo. Con hambre y experiencia, Nadal supo aparecer en los momentos claves para demostrar su supremacía y ganar el trofeo.

Contra el griego, Rafa Nadal escribió una de las mejores finales que se recuerden en Barcelona; pero es que fue tan épico que tuvo ocasiones para que se decantara de cualquier lado en cualquier momento. No obstante, los detalles fueron claves para decidir y allí el de Manacor pudo enseñar que tiene varias hojas de experiencia ya acumuladas. En el primer set Tsitispas se puso en ventaja y entonces Nadal pudo coger fuerza para igualar y quedarse con ese parcial; ya en el segundo la cosa fue más igualada, pese a que de nuevo el griego arrancó más fuerte. Luego de que Nadal lo superó, no pudo cerrar el partido y el desempate Tsitipas se quedó con la manga. Todo se decidió en un tercer set grandioso, en el que el heleno fue el que tuvo la oportunidad de ganar y Rafa Nadal se lo impidió.

Duro camino hasta el premio en Barcelona

Nadal Conde Godo
Rafa Nadal tuvo que esforzarse mucho para ganar este torfeo

La clase, fuerza y potencia que siempre muestra Rafa Nadal, se notó mucho más cuando debía hacer gala de todo eso. Al final pudo quedarse con un duelo que se recordado por años y que le otorgó su duodécimo trofeo de este Conde de Godó, un premio total de 178.985 euros, el segundo lugar del ranking ATP y grandes sensaciones de cara a lo que se viene en la campaña de tierra batida. En ese sentido todo ha ido a mejor, pero la verdad es que no comenzó bien en Barcelona. Su primer duelo fue ante Ilya Ivashka y este bielorruso que venía de la fase previa le dio más batalla de la esperada; porque como nadie se lo esperaba, le pudo ganar el primer set. Sin embargo, el mallorquín pudo desperar y se llevó el duelo por 3-6, 6-2 y 6-4.

En su siguiente encuentro tuvo que enfrentarse ante Kei Nishikori y el japonés también la plantó cara; no obstante, tras ponerse serio pudo llevarse la victoria por 6-0, 2-6 y 6-2. Las sensaciones malas que traía de Montecarlo poliandria comenzar a pesarle; pero la verdad es que Rafa Nadal está hecho de otra pasta y sus dos duelos siguientes dejó muy claro que iba con todo, pues dejó en el camino a Cameron Norrie, por 6-1 y 6-4, y luego ante Pablo Carreño jugó su mejor tenis para vencerlo con parciales de 6-3 y 6-2. Con más confianza de su lado, el español pudo afrontar mucho mejor esa final ante Tsitsipas en la que se exprimió al máximo para derrotar al griego que está en un gran momento. Una vez más en Barcelona exhibió su gran potencial en tierra batida y su casta en los momentos claves.

Un buen dinero y lo que espera a Rafa Nadal

Nadal 2
El mallorquín se lució en Barcelona

Lo cierto es que el camino de Rafa Nadal para ganar su duodécimo Torneo Conde de Godó no fue nada sencillo; al punto de que ante Tsitsipas estuvo a unos centímetros de ceder la victoria. Sin embargo, todo se decidió gracias a la experiencia del mallorquín que en los momentos de la verdad supo reaccionar a tiempo y se quedo con el triunfo. Ahora domina con más holgura la serie ante el griego, por 7-2, y sigue retrasando ese cambio generacional que vaticinan torneo tras torneo. Pese a que no llegaba del todo bien y Tsitipas venía arrasando desde Montecarlo, este no pudo vencer al «Rey la tierra» cuando más vulnerable estaba; por lo que al final lo pagó bien caro. Su carácter y garra le valieron el título y embolsarse ese premio de 178.985 euros, que se agregarán a su cuenta.

Con el dinero en la bolsa y un nuevo trofeo en la vitrina, la mira de Rafa Nadal se va ajustando poco a poco; porque mientras más avanza esta temporada de tierra batida se acerca ese evento máximo que tanto ama: el Roland Garros. Ya en Montecarlo comenzó a probar suerte, pero ha sido en este Conde de Godó que pudo probarse mejor en sus sensaciones tras recuperarse de sus problemas de espalda. Ya en el horizonte figura el Masters 1000 de Madrid, en el que buscará su sexto título, y luego no podrá faltar al Masters 1000 de Roma, en el que tiene una cita con el destino para alzar su décimo título en la capital de Italia, porque allí ultimará detalles para su asaltó al segundo Grand Slam del año. En París buscará su título número 14 de Roland Garros y un récord que lo elevará más alto.