La protección de los cultivos es muy importante para que estos puedan desarrollarse con total normalidad. Una de las temporadas donde más deben protegerse es durante la primavera, ya que están expuestos a diferentes agentes externos que pueden terminar por dañarlos.
En la actualidad existen numerosos elementos que ayudarán en estos casos, como los plásticos para invernadero, diferentes tipos de mallas y mantas que funcionan a la perfección para proteger los cultivos de muchas maneras, esto permitirá a los agricultores conseguir las mejores cosechas.
Elementos más útiles
Una buena protección de los cultivos permite a los agricultores trabajar con más tranquilidad, ya que pueden resistir los problemas más comunes producidos por la llegada de la primavera, y entre los materiales más útiles para estos casos, se encuentran los siguientes:
Plásticos de invernadero
Se trata de uno de los elementos más importantes a utilizar para la protección de los cultivos, dado que pueden ayudar de muchas maneras.
Una de las principales es en el control de plagas y enfermedades, ya que al utilizarse para la construcción del invernadero, aísla con mayor eficiencia los cultivos del exterior, reduciendo así las posibilidades de ser dañados por plagas y enfermedades.
Además, los plásticos permiten tener un mayor control de los cultivos, dado que al aislarlo de las condiciones climáticas externas, los agricultores cuentan con un mayor control sobre la temperatura y las propiedades que requieren los diferentes tipos de plantaciones, para así poder conseguir buenas cosechas y aumentar la producción.
Mallas antipájaros
Las mallas antipájaros se usan principalmente para impedir que las aves dañen la producción de los cultivos. Son materiales no tóxicos que pueden estar en contacto con la fruta sin dañarla, tampoco son corrosivas y se instalan con facilidad, gracias a su ligereza.
Su uso aumentará el rendimiento en los cultivos al evitar las pérdidas de los frutos, tanto de las aves como de los insectos.
Mallas antigranizo
Se utilizan para mantener los cultivos en buenas condiciones ante las inclemencias del clima, como las tormentas de granizo o fuertes lluvias, así como para tormentas más ligeras, evitando así que los cultivos terminen por dañarse.
Es un material bastante económico y fácil de instalar, sin que afecte el paso de la luz, agua y aire a los cultivos, mientras lo protege de los fuertes vientos y de los cambios de temperatura.
Mallas antihierbas
Las mallas antihierbas se usan para impedir que la vegetación no deseada llegue a los cultivos, afectando su crecimiento, y por lo tanto, la producción agrícola.
Es un tejido de alta densidad que impide el paso de la luz solar a los suelos, esto ayuda a anular la función clorofílica de las plantas que buscan crecer por debajo de las mallas, pudiendo terminar dañando los cultivos.
De igual manera, al ser muy resistente y tener una acción mecánica muy eficiente, impide que las malas hierbas puedan brotar y llegar a la superficie.
Mantas térmicas
Por último están las mantas térmicas, materiales que permiten aumentar la producción de los cultivos, y conservar la calidad de las plantas.
Además, ayuda a crear un clima uniforme para el cultivo, de esta manera las temperaturas exteriores no le afectarán. Incluso se puede usar nuevamente en la siguiente temporada de cultivos, siempre y cuando se guarde en un espacio seco y protegido.
Por medio de estos materiales, los agricultores cuentan con lo que necesitan para proteger de forma óptima y controlada sus cultivos ante la primavera, gracias a esto conseguirán que la producción se mantenga y sea más alta, sin que los alimentos cultivados pierdan su calidad.