Como sea que los preparemos: revueltos, en tortillas, cocidos, fritos, escalfados; los huevos de aves, sobre todo de gallina, son básicos en la cocina de muchos países, pues son muy versátiles. Para incluirlos en recetas dulces y saladas que nos acompañen día tras día en nuestra dieta diaria y es probable que hayas observado que algunos tienen la cáscara arrugada.
Además, es un alimento rico en proteínas, bajo en calorías, y una fuente importante de aminoácidos esenciales, ácidos grasos, vitaminas y minerales. Hay maneras indiscutibles de prepararlos y degustarlos, los huevos gustan tanto a grandes y pequeños, al momento de consumirlo bien sea solos o preparados en conjunto con verduras, hortalizas, queso, jamón, tocineta, sean blancos o amarillos.
¿Pero sabías que los huevos de vez en cuando nos sorprenden?, y eso ocurre cuando de su interior aparecen dos yemas. Entonces, nos asalta la duda y nos hace pensar si se puede comer o es mejor desecharlo.
8Se relaciona con el ciclo de producción
La doble yema científica y biológicamente está relacionada a un ciclo de producción de huevos falto de sincronización, al momento de producir la yema. Así como es posible que existan gallinas viejas que pueden poner huevos de gran tamaño sino que de vez en cuando producen una doble yema en sus huevos.
Una manera de que nunca te topes con un huevo de dos yemas, es que sencillamente no los consumamos, y es algo imposible pues, los mismos forman parte de nuestra alimentación diaria de distintas maneras, así que sencillamente disfrútalos.