Como sea que los preparemos: revueltos, en tortillas, cocidos, fritos, escalfados; los huevos de aves, sobre todo de gallina, son básicos en la cocina de muchos países, pues son muy versátiles. Para incluirlos en recetas dulces y saladas que nos acompañen día tras día en nuestra dieta diaria y es probable que hayas observado que algunos tienen la cáscara arrugada.
Además, es un alimento rico en proteínas, bajo en calorías, y una fuente importante de aminoácidos esenciales, ácidos grasos, vitaminas y minerales. Hay maneras indiscutibles de prepararlos y degustarlos, los huevos gustan tanto a grandes y pequeños, al momento de consumirlo bien sea solos o preparados en conjunto con verduras, hortalizas, queso, jamón, tocineta, sean blancos o amarillos.
¿Pero sabías que los huevos de vez en cuando nos sorprenden?, y eso ocurre cuando de su interior aparecen dos yemas. Entonces, nos asalta la duda y nos hace pensar si se puede comer o es mejor desecharlo.
4¿Cómo ocurre este fenómeno de dos yemas en un huevo?
Esto puede ocurrir de manera hereditaria y se asocia con un desajuste hormonal que sufren las gallinas bien sea en aquellas muy jóvenes o bien muy viejas que se encuentran hacia el final de su ciclo reproductivo. El cruce de razas de gallinas también da origen a esto, como ocurre en la India.
Los huevos son examinados con un ovoscopio por los productores avícolas, quienes optan por descartarlos al considerarlos anómalos, si observan en su interior dos yemas.
Los huevos con dos yemas resultan pesar un poco más que los habituales e incluso son fáciles de detectar cuando se seleccionan los huevos. Así como por su apariencia, permite detectarlo, pues su cáscara suele ser más frágil, lo que complica el hecho que la gallina ponga los huevos. Hay algunos países donde los huevos de doble yema se venden por separado.
