La nevera, como cualquier otro electrodoméstico puede padecer los efectos del tiempo. El uso diario, la humedad, el desgaste de materiales, mantenimientos inapropiados, cualquier punto podría desatar alguna falla.
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Mayormente la nevera padece tras la corrosión y oxidación de las cañerías o los tubos de cobres. Estos son los encargados de trasladar el refrigerante y si alguno tiene un desperfecto se produce una fuga en el sistema.
Ya sea por algún golpe, falla en las tuberías , o en caso de uso de productos de baja calidad tras un mal mantenimiento, la nevera puede fallar. Probablemente no notes la diferencia al principio, pero hay ciertas alertas que avisan que algo anda mal.
Cómo detectar la falta de gas en una nevera
Una fuga de gas en la nevera puede ser producto de una avería de las tuberías que conducen hacia el compresor. Tal como explicamos anteriormente, puede ser producto del tiempo o por un mal mantenimiento.
Cuando hablamos de fugas se dice que estas se pueden detectar cuando hay presencia de un olor extraño. Pero lo que realmente alarma es cuando la nevera se ha quedado sin gas y aún no nos hemos dado cuenta.
Hay profesionales que logran dar con los problemas de forma inmediata, pero si estamos en casa y llevamos varios días con la nevera sin gas, hay varios métodos para conocer. Es decir que existen varios métodos para conocer si la nevera tiene falta de gas o no.
A continuación te diré cómo saber si la nevera tiene falta de gas o no y de qué manera solucionarlo.
Paso a paso para saber si hay falta o no de gas
Lo primero que debes hacer para detectar si hay o no una falta de gas en la nevera es conocertar y encender el equipo.
Acto seguido deberás verificar el motocompresor de la nevera para ver si está funcionando y esperas alrededor de 10 minutos.
Tras haber cumplido los 10 minutos, debes seguir el tubo que va hacia la parte posterior o trasera de la nevera.
En este punto, es de suma importancia ya que si la nevera tiene gas, podrás notar que al tocarla empieza a calentar. En caso que no caliente o se caliente muy escasamente, es probable que no tenga suficiente gas.
Algunas veces y dependiendo, también el problema puede derivarse a que el motor no funcione correctamente o que haya una obstrucción en el circuito.
Si la nevera presenta una fuga podrás darte cuenta porque una de las principales fallas es que el evaporador en la parte de arriba deja de enfriar.
Medir amperaje de una nevera
Ahora bien para corroborar la situación, procederemos a realizar la medición del amperaje en el compresor de la nevera. Para ello, deberás utilizar un amperímetro de gancho y colocar la pinza en la Línea.
Ahí medirás el consumo y lo comparas con lo que diga la etiqueta de especificaciones del compresor en la parte donde diga RLA, que significa por sus siglas en ingles: “Run Load Amper” (amperaje a plena carga).
En caso que la nevera tenga refrigerante, el multímetro debe marcar un valor aproximado a lo que indica la etiqueta. Pero en caso que no tenga nada de gas, el multímetro indicará un valor mucho menor puesto que no hay nada de refrigerante que comprimir.
Ten en cuenta que si en caso que el compresor no tenga el amperaje RLA (Amperaje de trabajo)
y solo tiene el amperaje de arranque que es LRA (Amperaje de arranque), tendrás que
dividir ese amperaje entre 5 y así podrás obtener el amperaje de trabajo normal.
Detectar la falta de gas
Para que quede claro que la nevera tiene falta de gas en modo frío , deberás estar atento a estos diagnósticos:
- El refrigerador enfría muy poco o no consigue enfriar.
- Hay una congelación en la tubería de la unidad exterior.
- La parte interior de la nevera tiene goteras.
- La zona interior se congela con facilidad.
En caso que se hable de fallas a nivel d la bomba de calor de la nevera, los diagnósticos son los siguientes:
- La bomba no calienta o no consigue generar suficiente calor.
- En la parte exterior, el intercambiador se congela.
Recargar gas en una nevera
Este paso debe realizarse con un profesional , experto en dichos electrodomésticos, sin embargo es bueno conocer los pasos.
- Vacía el sistema del gas restante para hacer una carga completa.
- Conecta la manguera de servicio en la botella de gas para refrigeradores y la manguera azul en el compresor.
- Purga la manguera de servicio dejando escapar una pequeña cantidad de refrigerante.
- Abre la llave de la manguera azul para que entre todo el gas refrigerante.
- Cierra la llave de la manguera azul y enciende el frigorífico.
- Vuelve a abrir la llave de la manguera azul por intervalos de 20 segundos aproximadamente.
- Cuando la presión de gas se sitúe entre 6 y 12 psi, la nevera ya estará calibrada y cargada de gas.
- A medida que enfríe la nevera, la presión se reducirá gradualmente.
- Cierra la llave y desconecta la manguera azul.
- Desconecta la manguera de servicio y el adaptador de la botella de gas para refrigeradores, dejando encendido el frigorífico.
- Finalmente, comprueba con un amperímetro que la presión de gas se sitúa en los parámetros indicados por el fabricante de la nevera.
