Leer un libro antes de dormir ha sido, durante décadas, una rutina instaurada en las noches de muchas familias. Sin embargo, hoy en día, el móvil, la televisión y las pantallas en general están sustituyendo este maravilloso hábito. Los expertos de la Cátedra del Sueño de la Universidad de Granada – LOMONACO afirman que leer un buen libro, antes de irnos a dormir, ayuda a reducir el estrés e induce la relajación. Porque sumergirse en la lectura y dejar de lado (por un momento) las omnipresentes pantallas, tiene muchos beneficios y puede convertirse en un paso clave de nuestra rutina de noche, que nos ayude a conciliar mejor el sueño y nos permita disfrutar de un descanso de mayor calidad.
Leer antes de dormir, la mejor de las rutinas para disfrutar de una buena calidad del sueño
Según los expertos, la lectura es una de las mejores actividades a incorporar en nuestra rutina de noche. Además de sus conocidos beneficios para cuestiones como mejorar nuestra memoria o potenciar la creatividad, leer antes de dormir es una buena herramienta para disminuir el estrés al que estamos sometidos a diario, ya que «obliga» a nuestra mente a concentrarse en una única actividad, haciendo que desconecte de las preocupaciones y problemas cotidianos. Además, leer un libro antes de irnos a la cama (o desde ella) puede ser un elemento clave en nuestro ritual de noche. Convertirlo en un hábito, permitirá que nuestro cuerpo asocie esta acción con el sueño que está por venir y lo identificará con un momento de relajación.
«Para conseguir una buena calidad del sueño, se recomienda establecer una serie de hábitos que se repitan diariamente para tratar de condicionar al cuerpo a que inicie todos los procesos hormonales y biológicos que van a inducir el sueño. Así, si cogemos como rutina leer 15 o 20 minutos antes de dormir, nuestro cuerpo va a entender que estamos iniciando nuestro ritual de noche y va a responder con relajación y cansancio» explica el Doctor Alejandro Guillén-Riquelme, Coordinador de la Cátedra del Sueño de la Universidad de Granada – LOMONACO. Eso sí, aconseja apostar por libros que no resulten demasiado estimulantes, ni adictivos, ya que esto puede generar el efecto contrario al que estamos buscando y mantenernos en vilo. ¿Lo mejor? Lecturas que nos acerquen a emociones sosegadas, con contenidos positivos y relajantes. Sin duda son muchos los beneficios de leer antes de dormir, y no se nos puede olvidar el más evidente: ¡Es todo un placer!
Las pantallas de luz azul, enemigas del sueño
Revisar nuestras redes sociales, ver una serie o contestar emails no son actividades aconsejadas por la noche, ya que todas incluyen pantallas y la luz azul que emiten dificulta el inicio del sueño. «La televisión, el móvil, las tablets y en definitiva todos los dispositivos que emiten luz azul, van a dificultar la iniciación al sueño, porque activan la segregación de melatonina, que es una hormona vinculada tanto con el despertar, como con los ritmos circadianos» afirma el Doctor Alejandro Guillén-Riquelme de la Cátedra del Sueño de la Universidad de Granada-LOMONACO.
Pero, en este sentido, el Doctor Guillén-Riquelme añade un matiz importante que va a tranquilizar a los más ‘techies’: «al contrario de lo que muchas veces se piensa, podemos utilizar ebooks por la noche siempre que dispongan de lo que se conoce como ‘pantallas de tinta electrónica’, ya que esta luz está pensada para favorecer el descanso, sobre todo si la regulamos a intensidad muy baja».
Cómo leer en la cama: la correcta higiene postural para evitar lesiones
Leer durante horas en una mala postura puede ocasionarnos dolores musculares y de cervicales. Y, muchas veces, leer en la cama es sinónimo de posturas poco controladas ya que no sabemos exactamente cómo colocarnos sobre el colchón. Lo ideal sería coger nuestro libro y sentarnos en una silla o sillón de diseño ergonómico que cuide nuestra postura y, cuando terminemos, meternos en la cama a dormir.
Sin embargo, leer en la cama es un placer en sí mismo al que muchos no quieren renunciar. Para ello, desde la Cátedra del Sueño de la Universidad de Granada – LOMONACO revelan cinco consejos que debemos seguir para sumergirnos, correctamente, en la lectura entre las sábanas.
Evitar posturas forzadas. Tenemos que colocarlos en una posición que evite doblar el cuello. Así, se desaconseja leer de lado y boca abajo, ya que hace que carguemos los hombros y las cervicales.
Sentados y apoyados en el cabecero o boca arriba. Una postura sencilla y apropiada es sentarnos apoyados en el cabecero de la cama, dando soporte a la cabeza con una almohada. En el caso de leer boca arriba, además de seguir usando la almohada, podemos mejorar la postura colocando un cojín bajo las rodillas, para que la espalda esté totalmente apoyada y las piernas se relajen.
Una distancia adecuada al libro. Leer en la cama puede hacer que nos acerquemos al libro más de la cuenta. Para evitar problemas de vista, los profesionales recomiendan mantener el libro a unos 35-40 centímetros de nuestros ojos.
La iluminación, muy importante. Muchas veces utilizamos la luz de la lámpara de noche para leer en el dormitorio, por lo que debemos asegurarnos de que ofrezca una intensidad adecuada y, sobre todo, procurar que esa luz provenga de detrás de nuestra cabeza. Al final, si no disponemos de una iluminación suficiente vamos a terminar adoptando una posición incorrecta y forzando nuestra vista.
Una base articulada, para los lectores más ‘pro’: Para aquellos que leen horas y horas entre las sábanas, una base articulada puede ser la mejor opción. Su mecanismo nos permite regular y adaptar totalmente el respaldo, ofreciendo una posición ergonómica y adecuada para los lectores que no utilizan la cama solo para dormir.