Un grupo de hosteleros de la plataforma Bizkaiko Tabernariak han colocado este viernes un precinto simbólico la sede del PNV en Bilbao para protestar por el cierre de sus establecimientos, «la ausencia de ayudas económicas al sector para cubrir gastos y la falta de alternativas a aquellos locales que no disponen de terrazas para desempeñar su actividad debido a las medidas impuestas por la pandemia».
Los representantes del colectivo, integrado en SOS Ostalaritza, además del precinto, han dispuesto sillas y mesas de terraza ante la puerta de Sabin Etxea y han simulado una consumición mientras coreaban lemas en favor del sector y las demandas de ayudas económicas al colectivo para afrontar la caída de su facturación.
Unos minutos después de iniciar la protesta, varios ertzainas han procedido a identificar a los participantes en la ocupación, quienes a continuación han retirado todo lo que habían colocado en torno a la sede jeltzale.
Una de las representantes de la plataforma ha explicado que han realizado esta «ocupación simbólica» de la sede del PNV porque es el partido que «más restricciones está poniendo a nuestra actividad y porque, de hecho, el plan Bizi Berri III «no lo están cumpliendo porque hay en Euskadi muchos municipios que, sin mostrar elevados contagios, tampoco a sus locales de hostelería se les dejan abrir hasta las 21.00 horas» como estipula.
Desde el punto de vista de SOS Ostalaritza, ese plan «solo se aplica cuando les interesa» porque, de hecho, han añadido, en todas las medidas implantadas «el sector más afectado siempre es la hostelería, y no nos dejan trabajar pero tampoco nos dan indemnizaciones y la gente lo está pasando muy mal».
En este sentido han recordado que muchos hosteleros, más de un año después del comienzo de la pandemia, «están abandonando negocios, pisos e hipotecas».
Con esta ocupación del espacio junto a la terraza habilitada por el bar de la sede del PNV han querido «denunciar el privilegio de que la propia terraza que ha puesto Sabin Etxea ha ampliado su espacio pero, otros hosteleros, en otros barrios y pueblos, que podrían abrir pero no lo hacen, no tienen ninguna opción porque no tienen terrazas y, con los aforos limitados, siguen pagando sus cuentas sin poder facturar y sin tener ingresos para poder seguir pagando esos costes con uans ayudas mínimas» han denunciado.
Finalmente, la representante de Bizkaiko Tabernariak ha pedido al LABI que analice la implantación de «otras restricciones y busque un ‘plan b’ alternativo a este cierre sin opciones de la noche a la mañana de este sector».