La cerveza es la bebida predilecta de la humanidad. Acompañante de grandes cenas, festejos y la bebida especial entre amigos y familiares. Una bebida que durante años ha formado parte de las grandes mesas y las mejores celebraciones.
La cerveza es un líquido de fabricación natural con malta dulce o fermentada que es saborizada con lúpulo. Sus principales ingredientes son cebada, lúpulo, levadura y agua pura, estéril y potable.
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Esta bebida contiene la cebada, que debe ser germinada, secada y tostada. Mientras que el lúpulo, es el que le da ese aroma amargo, y la levadura, que permite su fermentación. Acompaña muy bien las comidas por su sabor amargo y contenido carbónico.
Se dice incluso que la cerveza tiene propiedades medicinales, como antioxidante y protege las células de su degradación.
En cuanto a la historia de la cerveza, se dice que su origen data de 4 mil a.C y surgió en la zona de la Mesopotamia del Oriente Medio, hace más de siete mil años. La evidencia más antigua es una tablilla en la que se observan varias personas tomando cerveza de un mismo recipiente.
Historia y cerveza
Se dice que los babilonios heredaron del Oriente Medio, las tareas del cultivo de la tierra y elaboración de la cerveza en una tabla de arcilla. Que precisamente desde ahí explicaron la fórmula para su elaboración.
De acuerdo a la historia, el descubrimiento de la cerveza fue accidental, pues fue una mezcla de agua con cereales y desde ahí apareció el líquido magistral. Se dice que como resultado los sumerios humedecían el pan con agua y la levadura fermentaba la mezcla que la convertía en bebida alcohólica.
Para los egipcios, la cerveza se llamaba “zythum” y era esencial en la dieta cotidiana. Mientras que el vino era para las clases altas, la cerveza era para el pueblo.
En la era de los faraones, habían grandes fábricas que producían hasta 4 millones de litros de cerveza por año. Por tanto, los graneros estaban prácticamente destinados a la cebada para su elaboración y la utilizaban como moneda de cambio.
Por ello es que la historia refiere que los egipcios fueron los primeros en mercantilizar la cerveza.
Los egipcios , como estrellas del comercio y dado que el precio del cereal era elevado, comenzaron a utilizar una variedad de trigo como la espelta. Fue precisamente su habilidad lo que los llevó a descubrir la, le añadieron azafrán, miel , jengibre y comino para darle sabor y color.
Más tarde, los griegos heredaron las técnicas de fabricación de cerveza y al mismo tiempo traspasaron el conocimiento a los romanos. Los griegos lo llamaron cerevisia, pero este nombre fue a nombre de la diosa Ceres de la agricultura.
Un sabor extendido en el mundo
Posteriormente, es desde ahí que se utilizaban los granos de cereales disponibles de cada zona. Por ejemplo en China el trigo, en Rusia ser comenzó con el centeno y en Japón con el arroz. Desde ahí surgió el sake, que es considerada como una de las cervezas o licores más antiguos que se usaban para ritos sociales en honor a los dioses.
Mientras que en la antigua China, se elaborada cerveza pero denominada kiu, a base de cebada, trigo, mijo y arroz. Por su parte las civilizaciones precolombinas de América utilizaban maíz en lugar de cebada.
Para la cerveza de cebada proviene de Europa, trasladándose desde Armenia, Georgia y el sur de Rusia hasta Bohemia, Alemania, Bélgica y las Islas Británicas. Desde entonces se convirtió en la cerveza que se conoce en la actualidad.
Cerveza y sus métodos peculiares para consumirla fría
La cerveza tiene sabores peculiares que lamentablemente no tienen buen sabor estando calientes. La combinación de sus ingredientes hace que la bebida sea perfectamente ideal estando fría, de lo contrario no se disfruta y tampoco tiene buen sabor.
Aunque muchos consideran que la cerveza sabe mejor desde la botella que en vaso, eso queda al gusto de cada quien. Pues algunos prefieren utilizar hielo y beber la cerveza desde el vaso.
Pero para todos aquellos que les gusta disfrutar la cerveza desde la botella, te daremos a continuación una serie de datos para que siempre disfrutes la cerveza en su punto ideal.
- Agua con hielo y sal
Esta es una de las mejores soluciones , y también es la evolución del tradicional meter la cerveza en un barril con hielo. Así que solamente tienen que tener hielo en una cubeta y añadir agua y sal, la sal baja la temperatura en la que el agua y el hielo se mezclan, haciendo que los hielos se comiencen a derretir.
Esto hace que el agua está a más baja temperatura, transmitiendo rápidamente esa bajada de temperatura a la bebida que se quedará perfecta para beber en aproximadamente 15 minutos.
En caso que desees acelerar el proceso, puedes meterlo en el congelador con el agua, sal, hielos, y las cervezas. Puedes girar el balde con el contenido y remueves con un palo de manera que la temperatura baje más rápido.
Usar servilletas o papel de cocina
Otro método infaltable, pues aunque consideres que el papel no funcionará a continuación te muestro cómo debes hacerlo para que tengas cerveza fría gracias a las servilletas.
a) Meter la botella de cerveza caliente en la nevera.
b) Meter la cerveza en el congelador.
c) Envolver la botella con papel de cocina, mojar el papel con agua y después meter la botella envuelta en el congelador.
- Utiliza Sprays
En las tiendas siempre hay disponible sprays para enfríar rápidamente algunos productos. Básicamente consiste en poner boca abajo los sprays de aire comprimido que se suelen usar para «soplar» en cámaras de fotos y objetivos, o para limpiar los ordenadores o teclados.
Al ponerlos boca abajo no sale el contenido sino el gas propelente a presión que suele estar a una temperatura bajo cero. Dirigiendo el chorro de gas sobre las botellas de cerveza estas se enfrían casi inmediatamente, pudiendo llegar incluso a congelarse en minutos.
Tienes que tener en cuenta que el spray se debe mover rápidamente ya que puede congelar solo una parte de la botella de cerveza.
El método es mediante el barrido para que se enfríe de forma lateral de las botellas, girando conforme se vaya formando una ligera capa de escarcha en el exterior. Así se puede enfriar una botella en menos de dos minutos, siendo el método más rápido aunque solamente es eficaz para pequeñas cantidades a enfriar.