La Comisión Europea ha presentado este miércoles un paquete de iniciativas que espera desarrollar en los próximos cinco años para luchar contra el crimen organizado y el tráfico de personas, con el objetivo prioritario de cortar sus fuentes de financiación para debilitarlo y mejorar la cooperación policial y judicial entre Estados miembro pero también con actores internacionales como Interpol.
El crimen organizado es «destructivo, complejo y está en todas partes», ha lamentado en una rueda de prensa el vicepresidente del Ejecutivo comunitario responsable de Interior, Margaritis Schinas, para subrayar que estas actividades ilícitas generan «enormes ingresos y cruzan fronteras», por lo que es imperativo que la Unión Europea tome acciones de peso a nivel común.
La pandemia de coronavirus que dura ya un año no ha hecho sino dar alas a los grupos criminales, según Bruselas, que sostiene que han adaptado sus delitos al contexto de crisis sanitaria y mejorado su capacidad tecnológica para, con lo que han aumentado la venta de productos fraudulentos y curas falsas, incluido el intento de venta de cerca de mil millones de vacunas falsas a compradores en la UE.
Esta estrategia ayudará a golpear al crimen organizado donde más le duele», ha continuado Schinas en referencia al objetivo de «romper su modelo de negocio» y cortar su financiación, por ejemplo con la revisión de las reglas en materia de confiscación de bienes y con la mejora de las herramientas contra el blanqueo y la corrupción para «evitar que se infiltren en la economía legal.
Según datos ofrecidos por el Ejecutivo comunitario, solo en 2019 las redes criminales generaron hasta 139.000 millones de euros, equivalente al 1% del PIB de la UE. Además, más del 80% utilizan empresas legales como fachada para sus actividades, mientras que solo el 1% de los activos delictivos es confiscado.
La comisaria de Interior, Ylva Johansson, ha recordado el último informe de Europol que apunta que el crimen organizado no deja de «crecer» y actúa de manera más «violenta», al tiempo que ha alertado de que se trata de grupos cada vez más profesionales, capaces de actuar de manera transfronteriza. No en vano, el 70% de las organizaciones criminales detectadas tienen actividad en al menos tres Estados miembro.
Así las cosas, mejorar la cooperación policial y judicial entre los países socio es fundamental para combatir con más eficacia estas redes, a juicio de la Comisión de Ursula von der Leyen, que pide a los Veintisiete un mandato para poder negociar un nuevo marco de colaboración reforzada con Interpol.
CONTRA LA TRATA DE PERSONAS
En la voluntad de mejorar la lucha contra el crimen organizado, el Ejecutivo comunitario prevé también una revisión de las reglas para poder perseguir con más contundencia los crímenes medioambientales y, además, plantea una estrategia específica para actuar contras las mafias que trafican con personas.
Por ello Johansson ha dicho que se va a revisar la legislación comunitaria en este materia para valorar si la UE cuenta con armas suficientes contra el tráfico de personas, que sufren especialmente mujeres y menores que al llegar a Europa son redirigidos a redes de explotación sexual.
«Examinaremos la posibilidad de tipificar como delito el uso de los servicios derivados de la explotación de las víctimas de la trata», ha expresado la comisaria, al presentar una estrategia que también sopesa reforzar la directiva sobre sanciones a los empleadores para aclarar los medios contra las empresas que explotan a las víctimas o recurren al trabajo forzoso.
Otra de las claves será mejorar la detección temprana de las víctimas y su remisión para una mayor asistencia y protección, reforzar los programas de empoderamiento de las víctimas y facilitar la reintegración.
La Comisión también financiará formación específica en función del sexo y adaptada a los niños para ayudar a la policía, los trabajadores sociales, los guardias de fronteras o el personal sanitario a detectar a las víctimas.