Más de 2 millones de musulmanes están llamados desde este martes 13 de abril al ayuno del mes de Ramadán, marcado un año más por la pandemia de la Covid-19, por lo que desde la Comisión Islámica de España (CIE) recomiendan realizar el rezo en casa cuando el toque de queda no haga posible regresar a tiempo de la mezquita y desaconsejan hacer la ruptura del ayuno en el templo para evitar aglomeraciones.
«El mes de Ramadán de este año continúa en unas circunstancias especiales con la declaración del Estado de Alarma que termina el día 9 de mayo de 2021, y siguiendo con preocupación las cifras de propagación del virus, manteniéndose alerta las autoridades sanitarias nacionales y autonómicas, y la ciudadanía cumpliendo las recomendaciones de prevención y vacunación en progreso», subraya el presidente de la CIE, Aiman Adlbi.
Dadas las particulares prácticas religiosas en el mes de Ramadán y ante las recomendaciones sanitarias para evitar la propagación del virus, Adlbi aclara algunas cuestiones relacionadas con este pilar del Islam.
En concreto, sobre el rezo comunitario del Tarawih, que es una práctica tradicional en el mes de Ramadán para los musulmanes, que oran en grupo en la mezquita, la Comisión Islámica de España recomienda que «es mejor hacerlo en casa».
Si bien, para su práctica en la mezquita, o lugar habilitado para ello, indica que «se deberá consultar la hora de toque de queda en cada comunidad o ciudad autónoma, a los efectos de valorar la posibilidad de su práctica en congregación con las distancias de seguridad y respetando el aforo permitido, con tiempo para el regreso al domicilio».
En caso contrario, cuando no da tiempo a efectuar los rezos y regresar al domicilio antes del toque de queda, la CIE propone realizar el tarawih en familia en el domicilio, en lugar de en la mezquita.
Asimismo, el presidente de la CIE pide cumplir con la recomendación de «evitar aglomeraciones y reuniones masivas porque son las vías principales de la propagación de la Covid-19, reduciendo lo más posible el tiempo de permanencia en el lugar de culto».
Igualmente, desaconseja realizar la ruptura del ayuno –el Iftar– en la mezquita, «a fin de evitar aglomeraciones y riesgos de contagio, debiendo en todo momento guardar las distancias interpersonales y uso correcto de las mascarillas, sin dilatarse en el tiempo».
En el mes de Ramadán los musulmanes no podrán ingerir alimentos ni bebida, ni fumar, ni mantener relaciones desde el alba hasta la puesta del sol, dedicando un mayor espacio a la oración y a la ayuda a las personas necesitadas.
En este sentido, el presidente de la CIE señala que el ayuno es un deber religioso «personal, individual e íntimo» y que «cada persona capaz debe realizarlo».
Si bien, puntualiza que aquel que, por algún que otro motivo, se viera incapaz, más allá de los casos estipulados –están exentos de cumplir el ayuno los niños, ancianos, embarazadas, parturientas, lactantes, mujeres con la menstruación y personas enfermas–, tendrá que consultar a un médico exponiendo sus circunstancias particulares.
El Ramadán es uno de los cinco pilares del culto en el Islam, que se practica durante este mes lunar y tiene un importante significado religioso para los seguidores del Islam ya que fue en este mes en el que comenzó la revelación divina del Corán, a través del ángel Gabriel al profeta Mahoma, quien lo transmitió al resto de la humanidad.