El cierre del interior de la hostelería ha comenzado este martes, 13 de abril, en otros nueve municipios de Castilla y León, una medida que afecta ya a un total de 30 localidades, entre ellas, seis capitales de provincia.
Así, los nuevos municipios que se han incorporado a la lista son: en Ávila, Arenas de San Pedro; en Burgos, Lerma; en León, San Andrés de Rabanedo; en Salamanca, se unen Salamanca capital, Béjar y Villares de la Reina; en Segovia, Palazuelos, y en Valladolid, Aldeamayor de San Martín y La Cistérniga, como anunciase este lunes el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea.
Esta medida obedece al acuerdo cerrado en el Consejo Interterritorial que establecía el cierre del interior de los establecimientos de hostelería y de las casas de apuestas en aquellas localidades donde el índice supere los 150 casos por cada 100.000 habitantes.
En todos ellos, el interior de bares y restaurantes permanece cerrado, por lo que el servicio ha quedado limitado a las terrazas en una jornada lluviosa que ha complicado el consumo en el exterior.
«Hoy no servimos dentro» ha sido la frase más repetida por los hosteleros de la localidad vallisoletana de La Cistérniga, para sorpresa de vecinos y clientes, quienes han criticado que «cada día es una cosa».
Junto a los últimos nueve municipios en sumarse a estas restricciones, se mantiene también el cierre en la provincia de Burgos, la capital burgalesa, Miranda de Ebro, Medina de Pomar y Briviesca; en Palencia, también en la capital, en Aguilar de Campoo, en Villamuriel de Cerrato, Cervera de Pisuerga, Venta de Baños; dos pueblos leoneses, Villablino y La Pola de Gordón; en Salamanca, Carbajosa de la Sagrada, Santa Marta de Tormes y Villamayor; en Segovia, la capital, Riaza y El Espinar; en Valladolid, la capital y Tudela de Duero y, por último, en Soria, la capital y El Burgo de Osma.