Se trata de los mejores bufetes de abogados del momento, formado por un equipo multidisciplinar con capacidad para proporcionar a sus clientes asesoría jurídica en multitud de ámbitos. El trato empático y cercano hacia sus clientes, las múltiples opciones de desplazamiento, la accesibilidad de su equipo humano y el profundo estudio técnico y jurídico que realizan en cada caso son solo algunos de los pilares de su éxito.
Un equipo multidisciplinar al servicio de las necesidades de sus clientes
Uno de los rasgos identificativos de Garanley es que cuenta con personal especializado en varias áreas del derecho. Su equipo está formado por abogados multidisciplinares, técnicos especialistas en indemnizaciones y secretarias jurídicas.
El mayor atributo de Garanley es la calidad humana, tal y como explican sus integrantes: “Cada caso lo abordamos de forma personal y basamos nuestro trato en la empatía y la comprensión, acomodándonos a las necesidades de cada persona y ofreciendo soluciones personalizadas e individualizadas para dar con la solución idónea a cada cuestión”. Esto se traduce en un trato mucho más eficiente y una comunicación mucho más ágil, lo que fomenta el dinamismo en las relaciones interpersonales entre el despacho y el cliente.
La accesibilidad es un tema fundamental para Garanley, cuyo bufete está ubicado en pleno corazón de Barcelona. “Cada acceso de nuestro bufete cuenta con accesos para personas con movilidad reducida, de modo que no existan barreras para ninguno de nuestros clientes a la hora de poder disfrutar de un trato cercano y personal en nuestras instalaciones”, explica el equipo de Garanley. “No obstante, si el cliente así lo prefiere, existe la posibilidad de desplazarnos al domicilio indicado para tratar en persona el caso si así lo desea”.
Comunicación y estudio de la mano de profesionales del Derecho
El primer paso que lleva a cabo el equipo de abogados de Garanley es realizar un estudio jurídico detallado del caso con el fin de analizar todos los factores y circunstancias que lo rodean. “De este modo, aplicamos la normativa y jurisprudencia correspondiente para conseguir la mejor solución para cada caso, adecuándola en todo momento a las necesidades y las preferencias de nuestros clientes”, explican desde el bufete.
A sabiendas de la importancia que tiene la comunicación en la asesoría legal, durante todo el periodo en el que se prolongue la tramitación del caso, se mantiene con el cliente un hilo fluido y constante de comunicación para mantenerle al día de los avances y del estado del mismo. Del mismo modo, el bufete se asegura de que las necesidades del cliente sigan siendo las mismas durante todo el proceso; en caso contrario, el equipo de profesionales readaptará la estrategia para realizar un nuevo estudio del caso.
“Para Garanley, la abogacía no es sino un método de resolución de conflictos jurídicos”, comenta su equipo de profesionales. “Por este motivo, nos esforzamos por ofrecer a nuestros clientes las respuestas más acertadas a dichas contingencias en un marco de seguridad jurídica, eficacia y rentabilidad”.
Y es que Garanley.com parte de la premisa de tratar cada caso de manera única para crear una solución personalizada que garantice una resolución favorable. “El éxito de nuestro trabajo es fruto del estudio y el constante seguimiento que realiza nuestro equipo de profesionales, que cuenta con todo lo necesario para asesorar acerca de la viabilidad de los objetivos marcados al cliente de forma extrajudicial, minimizando los costes que pudieran derivarse por vía judicial”, comentan.
Un bufete de abogados adaptado a la nueva coyuntura social
La tesitura en la que se encuentra en estos momentos el mundo al completo a causa de la propagación del SARS-CoV-2 ha provocado que todo tipo de establecimientos hayan tenido que adaptarse a las necesidades de la nueva realidad. Esto incluye modificar el modelo de atención presencial para adecuarlo a los requisitos establecidos con la aprobación de las restricciones de movilidad, ajustando los aforos y concertando citas lo suficientemente espaciadas en el tiempo como para cumplir con la normativa vigente.
En este sentido, Garanley es una de las firmas que mejor ha implementado el modelo híbrido de atención en su bufete. “Antes de la pandemia, nuestros profesionales ya trabajaban con un modelo de presencialidad y asistencia virtual para evitar desplazamientos innecesarios y agilizar la comunicación con nuestros clientes, pero desde la declaración de la emergencia sanitaria hemos intensificado los esfuerzos para apostar fervientemente por la teleasesoría jurídica a través de plataformas como Skype y del correo electrónico”, comenta el equipo de Garanley.
Las consultas online son tratadas y gestionadas con la agilidad y la confidencialidad que se merecen, manteniendo el trato personal en cada consulta enviada por medios electrónicos. “El seguimiento que se hace de la consulta es idéntico al que se haría si el tema fuese tratado de manera presencial”, apuntan desde el bufete. “De este modo, nos aseguramos que cada pregunta o comentario sea tratado con la misma profesionalidad y damos respuesta a la mayor brevedad posible”, sostienen.
En cuanto a los honorarios, Garanley también traslada el ímpetu por ofrecer soluciones personalizadas al método de pago de los mismos. “La cuantía de los honorarios que cobra nuestro despacho están establecidos por el Consejo de Ilustres Colegios de Abogados de Cataluña”, apuntan desde el despacho. “Nos adaptamos en todo momento a las particularidades concretas de cada asunto y a las circunstancias que en cada caso plantee su expediente, comprometiéndonos a estudiar las distintas posibilidades y formas de pago”, explican.Por otro lado, el cliente siempre podrá disponer del documento previo de presupuesto en el que se puede apreciar el desglose de los costes de los servicios pactados, que se formalizará mediante la correspondiente hoja de encargo profesional.