Un encuesta llevada a cabo por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha evidenciado que 98,2 por ciento de profesionales de Atención Primaria urge a reforzar las plantillas y dotar a sus servicios de más medios refuerzo «urgente» de plantillas y más medios para atender adecuadamente a los pacientes.
Además, el trabajo, realizado de forma ‘on line’ el pasado mes de marzo y presentado con motivo de la Atención Primaria, señala que un 94,5 por ciento del personal atribuye las carencias en los centros de salud al «abandono» que sufren desde «hace muchos años».
Del mismo modo, un 94,6 por ciento de estos empleados públicos cree que parte de los problemas que sufren, agravados aún más durante esta crisis sanitaria, se deben a que el modelo asistencial «no concuerda ni refleja la realidad profesional que viven cada día».
Y es que, tal y como ha detallado la médico de familia Rocío Antúnez en rueda de prensa, en la encuesta ha quedado reflejado que hay categorías profesionales dentro de la Atención Primaria «totalmentedesaprovechadas», como Enfermería o técnico en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE), y hay una «falta evidente» de profesionales de la Medicina y de otros colectivos.
«Los profesionales están cansados, sobrepasados y ya no pueden más. De hecho, la pandemia del coronavirus no ha hecho más que saltar las costuras de la Atención Primaria», ha lamentado el presidente de CSIF Sanidad, Fernando Hontangas.
De hecho, en los últimos meses, se han modificado los protocolos asistenciales y se ha cambiado el modelo de atención, sin reforzar ni planificar de forma adecuada los recursos materiales y humanos. Además, La falta de medios, en este sentido, ha provocado que muchos profesionales de Atención Primaria hayan tenido que realizar visitas domiciliarias fuera de su horario laboral o usar sus propios teléfonos personales para llamar a sus pacientes, teniendo que asumir en muchos casos hasta cien citas al día.
En concreto, un 77,6 por ciento de los profesionales encuestados lamenta que no han notado ningún refuerzo en la Atención Primaria en los últimos meses y un 92,2 por ciento afirma que en su centro de salud ni siquiera se han cubierto todas las incapacidades temporales ni los permisos por vacaciones.
Esta situación les está pasando factura psicológica y la mayoría del personal de los centros de salud (un 85,8%) considera que la carga y el ritmo de trabajo les genera ansiedad a corto y medio plazo. Asimismo, en un 64,4 por ciento de los casos, reconocen sufrir el síndrome de ‘burnout’ (del trabajador/a quemado) o algún otro riesgo psicosocial.
Ya en mayo de 2020, tal y como ha detallado la doctora Antúnez, la OCDE reflejaba en un informe que España, junto con otros 14 sistemas sanitarios europeos, está a la cola en la gestión de la carga laboral de sus profesionales de Atención Primaria, debido a la escasez de efectivos y a la elevada carga de trabajo clínico y administrativo.
Otros organismos como Amnistía Internacional coinciden al denunciar la falta de planificación e inversión y de una adecuada gestión sanitaria durante la pandemia, desatendiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta organización, en un informe publicado en julio de 2020, ya alertaba de que mientras que el PIB aumentó un 8,6 por ciento, el gasto sanitario público se ha reducido un 13 por ciento en Atención Primaria.
Respecto al personal, España cuenta con 0,77 y 0,66 personal médico y de enfermería, respectivamente, por 1.000 habitantes, una cifra muy alejada de otros países como Portugal (2,6), Irlanda (1,82), Países Bajos (1,61), Austria (1,56) o Francia (1,42).
PLAN ESTRATÉGICO A 5-10 AÑOS
Ante todo esto, desde el CSIF se ha reclamado un plan estratégico a 5-10 años de la sanidad para situar a España en la media europea y recuperar los niveles de calidad con los que se planteó el Sistema Nacional de Salud desde sus inicios y que hoy se encuentran seriamente deteriorados.
Y es que, las diferencias con la UE arrojan un déficit de 289.235 profesionales. Para ello, desde la organización sindical se ha destacado la importancia de aumentar de la financiación del gasto sanitario hasta el 7,2 por ciento del PIB.
En España se invierte en la sanidad pública 2.027 euros por persona, mientras que la media de la UE es de 2.746 euros por persona y en Alemania 3.990 euros por persona. Por ello, desde CSIF se pide la recuperación del diálogo social para realizar una correcta planificación de las plantillas, aumentar la financiación hasta el 7,2 por ciento del PIB (la Atención Primaria debe suponer el 25 por ciento de todo el gasto) y mejorar las condiciones laborales y retributivas en la Sanidad.
«Hay que mejorar la eficiencia de la Atención Primaria y cuidar más a sus profesionales, porque la asistencia sanitaria no se está dando con la excelencia que queremos», ha zanjado la enfermera de AP Teresa Mesonero.