Luego de un partido trepidante entre el Real Madrid y el FC Barcelona, en el que los merengues se impusieron por 2-1 de gran forma, las cosas en LaLiga Santander se ponen más apretadas e interesantes que nunca. Un temporal de fútbol y de agua cayó en el Alfredo Di Stéfano y de el salió más vivo el conjunto blanco, que ahora se acuesta como líder a la espera de lo que haga el Atlético de Madrid; pero que lo más importante es que tiene ya la ventaja definitiva sobre el equipo catalán y se coloca como el perseguidor inmediato de los colchoneros.
Para el el Barcelona es sencillamente un palo inesperado, por lo bien que había estado jugando, salvo claro está el duelo ante el Valladolid. Este triunfo viene del esfuerzo titánico de los jugadores de la escuadra de la capital de España, que con mucho oficio supieron hacer su trabajo y después mantener el resultado. Sin embargo, pese a que el Madrid pueda presumir de una buena victoria, si que vale destacar que el Barça cometió una serie de errores de gravedad que propiciaron esta derrota que los aleja un poco del título. Desde Koeman, pasando por algunos jugadores y llegando hasta todo un crack como Messi, los fallos de los blaugranas fueron muchos y todos ellos pesaron para este resultado final.
5Messi le hizo falta al Barcelona
Valga decir primero que no fue un mal partido del argentino, todo lo contrario. Lionel Messi pudo participar, se le vio ofrecerse a sus compañeros y tratar de hilar las jugadas saliendo del área; pero esas cualidades, pese a no ser malas, son las que se esperan de Pedri o De Jong, del capitán del Barcelona se quiere magia, contundencia, asistencias y, sobre todo, goles. Un factor que precisamente lleva siete Clásicos en los que no interviene para nada.
Al ser uno de los mejores de la historia y el que más cobra en el Barcelona y el mundo, con sus 50 millones de euros al año, simplemente no se espera que baje hasta el centro del campo para fabricar jugadas; lo que se quiere es que esté cerca del área para el zapatazo final, mandarle una asistencia de fábula a algún compañero o su clásico pase de fantasía a Jordi Alba para centre o anote él mismo. En esta ocasión no remató, salvo el córner que casi se mete y la jugada anulada por fuera de juego. Nunca un remate claro.
El error del conjunto catalán fue no darse cuenta, una vez más, que es bueno que Messi intervenga en la creación de juego cuando los equipos exigen; pero a la hora de la verdad, contra los grandes tiene que hacer la diferencia. De nuevo ante una escuadra de gran calibre, el Barcelona, Koeman y Messi quedan a deber, y que al final sean Mingueza, Ter Stegen (atacando) e Ilaix Moriba los que vayan arriba deja ver que las cosas no están bien y que tendrán que resolver varios aspectos pronto; porque es claro que en Europa con esto, jamás y nunca les va alcanzar.