Disfrutar de una pizza recién salida del horno a muchos enloquece un queso derretido que se cae con cada bocado, es el delirio de muchos, pero todos no pueden disfrutar de una pizza recién hecha sino que se optan y conforman con comprarlas congeladas o sencillamente las compran para que los saquen de apuros en cualquier momento y hasta hay una dieta de la pizza.
¿Qué sucede con la pizza congelada?
Pero una pizza congelada no tendrá la misma calidad de una recién horneada, y la puedes congelar sin problema lo que si podemos dar unos pequeños tips que puedes poner en práctica para que mejore el sabor de la misma y sientas que es similar.
5¿Cuáles son los trucos para mejorar una pizza congelada?
La pizza que viene congelada no tiene la misma calidad que una recién salida del horno. No es lo mismo comernos una pizza recién cocinada en el horno de un pequeño local a la que se compran en el pasillo de los congelados del supermercado. Es la que se guarda para emergencia o comer en una ocasión rápida así es la pizza congelada, que con algunos trucos puedes mejorar su sabor:
- Calienta el horno al máximo: se recomienda calentar el horno al máximo antes de introducirlo y en caso de hacerlo en la cocina colocar la pizza en una sartén, también a fuego alto, y cocinarla durante 5 a 8 minutos o hasta que la corteza se ponga crujiente y el queso burbujee.
Según esto porque los restaurantes y locales de pizza suelen cocinarlas a una temperatura muy alta, unos 450ºC o más, haciéndolo así se puede simular lo mismo y producir el mismo resultado.
- Añade ingredientes frescos antes de cocinar: algo muy sencillo para mejorar una pizza congelada es agregar ingredientes frescos antes de llevarla al horno como carne desmenuzada, queso feta o pimientos.
- Cepilla la corteza con aceite: otra idea para mejorar una pizza congelada: otro truco es cepillar la corteza con aceite de oliva y espolvorear ajo fresco o en polvo. El ajo equilibra lo dulce de las salsas de las pizzas congeladas, también se puede mezclar el ajo con mantequilla para untar en la corteza.
- Utiliza el calor directo para conseguir una pizza perfectamente crujiente: coloca la pizza directamente sobre la rejilla del horno.
- Utilice una piedra para pizza para cocinar correctamente: se cocina una pizza de masa gruesa, puede ser difícil dar con el punto justo entre la cocción insuficiente y el chamuscado, así que utiliza una piedra dentro del horno para cocinarla.
- Utilizar una tabla de piedra para pizzas puede ser la solución que necesitas: precalienta el horno con la piedra ya dentro y luego coloca la pizza en la piedra caliente.
- Rocíala con un chorro de limón: un toque de jugo de limón puede darle a la pizza congelada ese toque esencial de nuevo que a veces falta por lo congelado. También se puede colocar un poco de cáscara de limón sobre ella o utilizar aceite de oliva con infusión de limón.
- Termina la pizza con más queso: para una pizza mucho queso nunca es demasiado queso. Cuando la acabes de sacar del horno y todavía está caliente, pon más queso por encima, pero no uses el mismo que el de la base o inicio, utiliza uno con un sabor diferente o más intenso tal vez: ricotta, parmesano, brie, feta o mascarpone.
- Decora la pizza con más ingredientes frescos: aceitunas, queso parmesano o rúcula mejoran la textura y el sabor.
- No cortes la pizza de inmediato: aunque estés desesperado por comer una vez que la calientes no procedas a cortarla de inmediato, espera unos minutos para que los sabores se integren y puedas disfrutar de ella. Tampoco la idea es que la dejes enfriar en su totalidad nuevamente sino dejarla en reposo unos cuantos minutos,