Resulta ser un movimiento casi instintivo: coges el yogur, despegas la tapa y tiras ese líquido semitransparente que aparece arriba, el suero. Párate ahora un momento a pensar: ¿Por qué lo haces? ¿Quién te dijo la primera vez que lo hicieras? ¿En casa no te decían que ahí estaban todas las vitaminas del yogur?
Sabemos que otras personas mezclan este ‘liquidillo’ con el propio producto lácteo o que directamente se lo beben, pero ¿quién lleva razón en esta polémica? Esta misma pregunta se la hizo un lector del New York Times hace prácticamente 34 años. La respuesta, publicada en el diario, la había dado Michel Saintain, de Danone: “Este líquido transparente es el suero, que es la parte acuosa de la leche que se separa de la cuajada, que es la parte blanca y más densa”
Es, por tanto, una mezcla inocua que a priori no ha de tener nada de malo. Pero si hemos de hacer honor a la verdad, tenemos que reconocer que muy buena pinta no tiene esta acuosidad. Aún así, y como dijo el ‘menos guapo’ de los Hermanos Calatrava: “No todo en esta vida es la apariencia”.
4PUEDE AYUDAR A LA PÉRDIDA DE PESO
Como recordó La Vanguardia, dos investigaciones, una de ellas de la Curtin University (Australia) y otra del Centro de Investigación Aplicada de Minnesota (Estados Unidos) apuntan a que las proteínas del suero podrían favorecer la pérdida de peso, ayudar a combatir la obesidad y a reducir el colesterol.
Siguiendo un poco esta misma línea, el Hospital General de Montreal (Canadá) ha descubierto recientemente que este suero también ayuda a perder peso en los pacientes enfermos de VIH. Tiene tantas utilidades que todavía no podemos entender por qué lo hemos estado tirando todo este tiempo.