Convertida en la gran señalada del último episodio de la docuserie de Rocío Carrasco, ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’, Raquel Mosquera continúa con su vida al margen de los ataques de la hija de su gran amor, Pedro Carrasco. Y es que según dejó caer la ex de Antonio David Flores, las cosas no se hicieron bien tras la muerte de su padre, siendo la culpable su viuda, a quien no se dirigió por su nombre sino que la llamo «señora, señorita, persona», confesando que para ella «no existía».
Desmintiendo lo que Raquel ha contado en los últimos 20 años, Rocío negó que estuviese distanciada en el momento de la muerte de su padre, asegurando que Pedro le pidió perdón entre lágrimas porque se había equivocado con Fidel Albiac, motivo por el que la joven estuvo más de un año sin tener relación con su progenitor, una de las personas más especiales de su vida.
Rociíto, que ha demandado a Raquel Mosquera por sus declaraciones sobre ella a lo largo de estos años – acusándola de materialista e insinuando que si Pedro sufrió un infarto fue por el disgusto que tenía con su hija – cuenta además con el apoyo del hermano del exboxeador, que ha declarado que está «a muerte» con su sobrina.
Una tranquila Raquel vuelve a hablar y confiesa, en la misma línea de su primera respuesta a Rocío tras ver la docueserie, «que tengo la conciencia muy tranquila. Vuelvo a repetir, cuando hablas con la verdad, de corazón y tienes la conciencia tranquila no tienes que temer a nada ni a nadie». «Miro a cámara y mirarme a los ojos. A nada y a nadie porque tengo la conciencia muy tranquila», asegura, añadiendo que «he demostrado en vida lo que tenía que demostrar y es día a día, pasito a pasito donde se demuestran las cosas ¿vale? No es solo hablar».
Muy clara, la peluquera lanza un dardo a Rociíto al afirmar que «para mí son mis importantes los valores, el respeto y la familia. Los padres, los hijos, los hermanos, todo. Las personas que te rodean, los profesionales que trabajan contigo, que por cierto, llevan muchos años a mi lado ¿vale? Eso dice mucho de una persona. No es más el que dice yo soy esto yo soy lo otro ¿sabes por qué? Porque son más importantes muchas otras cosas. Por tus hechos la persona habla por sí sola».
«Mi marido, Pedro, no tuvo que pedir perdón a nadie porque era un señor. ¿Por qué va a tener que pedir perdón? ¿Por ser buen padre? ¿Por ser buena persona?«, ha estallado, desmintiendo el testimonio de Rocío cuando aseguró que su padre le había pedido perdón a ella y a Fidel antes de su muerte. «No hace falta que yo justifique nada. Yo creo que ya digo bastante. Y si no todos los amigos, todas las personas que le han rodeado preguntarles. Mi marido, Pedro, no iba haciendo eses como se ha insinuado«, ha señalado enfadada.
Tajante, Raquel repite que «mi marido, Pedro, como se ha insinuado, no iba haciendo eses. A nosotros no nos pusieron ni un vaso de agua y ahí había cuatro personas no digo más«, añade, asegurando que al contrario de lo que ha dicho Rocío, Fidel sí estaba en la reunión.
«Que quede muy claro, esto es importantísimo, jamás, por mis hijos, he echado la culpa a nadie de que mi marido Pedro muriese por alguien. No. Lo que dije y me reitero y lo vuelvo a decir mirando a cámara es que a mi marido Pedro se le partió el corazón. Eso es una apreciación mía ¿vale? Simplemente. Yo creo que ha quedado claro», ha añadido una dolida Raquel, después de que en los últimos días se haya asegurado que ella ‘culpó’ a Rociíto del infarto de su padre.
Tranquila y firme, la peluquera se ha reafirmado defendiendo su trabajo y negando que viva de hablar de la vida de nadie: «Entiendo vuestro trabajo, pero también tenéis que tener en cuenta que yo, gracias a Dios, sigo trabajando de mi profesión desde que tenía 16 añitos. Desde que tenía 16 años. Tengo 51, sigo trabajando, sigo luchando, sacando a mis hijos adelante, mi casa, mi empresa junto a mi familia, junto a las personas que me quieren. No tengo que decir más sobre eso. No vivo de nadie. Yo soy con mucho orgullo la mujer, la viuda de Pedro Carrasco ¿vale? Pero no vivo de otras personas, vivo de mi trabajo. ¿he colaborado en televisión? Sí. Y muy agradecida. Es un trabajo mutuo. Vosotros hacéis el vuestro y yo el mío. ¿Yo os he llamado?«.
«Os estoy contestando. Sabéis que estas declaraciones valdrían un dinero y aquí me tenéis. Y me voy a trabajar a mi peluquería, a llevar a mis hijos y vuelvo a repetir, como hacen todas las personas de a pie y muy orgullosa«, ha añadido, confesando además que lo hace «en memoria a mi marido un gran señor, una bellísima persona como todo el mundo sabe, aunque no hace falta que yo justifique nada más». «Y me parece de vergüenza que puedan dar a entender cosas de mi marido cuando no se puede defender. Pero aquí está su mujer para defenderle donde haga falta. Y en los juzgados también si hace falta», advierte.
Pidiendo que la respetemos cuando se encuentre en su negocio porque a sus clientas no les gusta salir en televisión, Raquel defiende su profesión y se defiende de las críticas, confesando que «el centro de belleza lleva 25 años abierto, gracias a Dios al pie del cañón. No me han cerrado la peluquería. Sí, sí, con mi enfermedad, con todo, pero aquí me tenéis. Eso sí que es una mujer, y perdóname que lo diga, todoterreno, una mujer luchadora. La que lucha por su empresa, por sus hijos, por su familia y saca todo adelante».
Por último, Raquel aclara que «no estoy nerviosa. Gracias a Dios estoy muy tranquila. Tengo la conciencia muy, muy tranquila. Y la vida pone a cada uno en su sitio, nada más. Lo importante es ser buena persona, saber reconocer los errores y si hay que pedir perdón se perdona. Igual que se perdona se piden disculpas. Pero siempre luchando por lo que más se quiere en la vida, yo lucho por mis hijos ¿de acuerdo?. Tiempo al tiempo, cada persona habla por sí sola con sus hechos, no solo con palabras. Yo hablo, no soy mudita, repito. Pero por los hechos, no solo por palabras».