Las sardinas son de los pescados mejor posicionados en relación calidad-precio, y es que este pez azul posee una muy buena cantidad de nutrientes y beneficios para nuestra salud, siendo además muy económico en el mercado y es de los alimentos que te protegen la vista.
Sin embargo, es posible encontrarlo en distintas presentaciones y acompañada de distintos condimentos, los cuales pueden ser tan variados como la manera de prepararlas. Ante todo esto, podemos decir que existen dos presentaciones estándares en cuanto a las sardinas: las frescas y las enlatadas.
Las enlatadas, por lógica, suelen poseer la virtud de ser mucho más duraderas, aunque por otro lado, hay quienes colocan la frescura de una sardina sin enlatar por encima, además, afirmando que esta presentación es más nutritiva. Por tal motivo, el día de hoy te explicaremos cuál presentación te ofrece mejores propiedades y por qué.
5Las sardinas en aceite también poseen sus beneficios
No todo es desventaja por parte de las sardinas enlatadas con respecto a las frescas, y es que dentro de esa lata con aceites y pescado puedes hallar cosas muy positivas, donde hacen presencia elementos como el fósforo y el selenio, junto con el calcio. “Las sardinas en aceite resultan muy buena fuente (de calcio), porque se puede consumir con su espina”, así lo manifiesta el Ministerio. Este calcio al cual se refiere es un calcio de fácil absorción, pues junto a él, aporta también vitamina D, la cual al trabajar en conjunto es capaz de facilitar la asimilación del mismo.
