Otro de los temas hasta ahora desconocidos y del que siempre hemos creído la versión que ha dado en televisión Antonio David Flores ha sido la nulidad eclesiástica que consigue Rocío Carrasco, una vez que ya tiene la sentencia de divorcio y la guarda custodia de los niños. Este miércoles, en la nueva entrega de ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’ la hija de Rocío Jurado da explicaciones al respecto.
Ella ha asegurado que: «cuando ya me veo con esa seguridad, que ya tenía esa sentencia, ya pido la nulidad eclesiástica» sin que los hijos estuvieran bautizados porque no quería celebrar nada, ya que no quería juntarse con las familias para eso: «la realidad de que mis hijos no estaban bautizados era porque yo no estaba bien, eso sería familia con familia, yo no estaba bien y decidí que cuando los niños fuesen mayores, cuando hicieran la primera comunión si ellos querían, se bautizaran».
Rocío Carrasco presenta en este episodio el documento que presenta para conseguir la nulidad con varios testimonios de familiares, como el de Gloria Mohedano (habla de que su sobrina se vuelve sola de la playa mientras que Antonio David se queda con mujeres), el de su tío José Antonio Rodríguez (que cuenta el enfrentamiento que tiene con Antonio David cuando le ve durmiendo en el coche) y Juan de la Rosa: «Mi tía Gloria sabe que yo me venía andando de la playa a posteriori, porque yo en ese verano no le cuento nada a nadie, pero se lo dije después. Juan de la Rosa si sabía algo, aparte de que hubiese escuchado, sería porque él pasaba mucho tiempo en Chipiona y la gente hablaba mucho. Ellos lo que hacen en ese momento, porque luego ha dado todo un giro de 180, en ese momento narran lo que ellos han vivido y de lo que son conscientes. José Antonio Rodríguez le recrimina por qué está durmiendo en el coche y yo dentro de la casa».
Y en este testimonio, Carrasco les ha lanzado un dardo a toda su familia: «Hoy se desdicen, supongo que resarcirse y vengarse de algunas cosas que ellos no consideran justas, que lo son, hablo de cosas que ya se sabrán», refiriéndose a temas de la herencia de Rocío Jurado.
Después de tantos años, Rocío cree que Antonio David no quería la nulidad porque no quería dejar de ser su expareja: «él no quería la nulidad porque no le convenía dejar de ser el ‘marido de’ o el ‘exmarido de’, no querría perder ese preciado nombre. La paternidad no tiene nada que ver con el matrimonio, por suerte o por desgracia para mí, este señor es el padre de mis hijos. La nulidad no se puede pedir por cualquier cosa, en la nulidad se nos hace un psicosocial a los dos y se determina y se determina que somos inmaduros el uno para el otro, pero esa inmadurez no se está refiriendo a que él sea una persona inmadura, sino que tu eres inmadura para con la persona con la que te has casado, es una cuestión de psicología».