La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre ha censurado este jueves que desde Podemos y otras formaciones de izquierda se haya instigado a la violencia en protesta por la presencia de Vox en el barrio de Vallecas y ha defendido la legitimidad del partido de Santiago Abascal para desarrollar un acto electoral donde quiera.
«Avergüenza que un señor que hasta ayer era vicepresidente del Gobierno esté a favor de la violencia. Aquí no hay más ‘kale borroka’ que la que ellos fomentan», ha señalado en declaraciones a ‘Telemadrid’.
En la misma línea, ha defendido la legitimidad de Vox para celebrar un acto electoral en este barrio, y más en concreto en la conocida popularmente como ‘Plaza Roja’ de Vallecas, y ha rechazado que se pueda hablar de provocación.
«Vox es un partido perfectamente constitucional y contaba con autorización de la Delegación del Gobierno de Madrid. Estamos en un país libre y todos podemos ir a cualquier sitio», ha enfatizado a Aguirre, que ha comparado esta situación con el lugar de residencia del líder de Podemos.
«Es como si le decimos a Iglesias que no puede vivir en Galapagar», ha señalado al respecto la expresidenta regional, que ve «impresentable» acudir a un acto para «no dejar hablar» a los líderes de Vox.
«Todo el mundo tiene derecho a manifestarse pero cuando uno va a concentración para fastidiar y no dejar hablar es muy poco democrático», ha añadido Aguirre.
Aunque ha dicho desconocer el impacto que este tipo acciones puede tener en la movilización del voto de cara a los comicios, ha enfatizado que sí tiene «antirrédito ciudadanos» porque es una «vergüenza» pretender que un partido constitucional como Vox no acuda a Vallecas. «¿Es qué no tienen derecho», se ha cuestionado.
DISPOSITIVO MAL ORGANIZADO
Igualmente, Aguirre ha censurado el dispositivo policías desplegado en Vallecas para evitar enfrentamientos entre ambos bandos, que se saldó con dos arrestados y una veintena de agentes contusionados, uno de los cuales tuvo que ser trasladado a un centro hospitalario.
En este sentido, ha subrayado que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, responsable último del dispositivo «no ha estado bien» y ha censurado que, si bien es posible que hubiera suficientes agentes, los efectivos policiales «no estaban bien organizados.
Así, ha trasladado su solidaridad con los agentes heridos, frente a un Pablo Iglesias que «se emociona cuando ve cómo patean a uno en el suelo».